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Por fin, a la sexta tarde de feria apareció algo que los taurinos desprecian: la casta en toda su pureza con los novillos de Fuente Ymbro. Pero claro, la casta a veces da sustos y hasta hiere a los toreros. Y eso, las figuritas que tienen que hacer cerca de cien paseíllos en la temporada no se lo pueden permitir, pues nunca llegarían a esas cifras con toros como los de hoy. Por ello, ganaderías como La Quinta y Fuente Ymbro, por ejemplo, sólo lidian mayoritariamente novilladas. Sus toros no los quieren los taurinos. Y por eso, las figuritas de ayer y las que van a venir más adelante sólo buscan los toros bobalicones. Las cuadrillas de hoy no tuvieron un momento de respiro, ni los novilleros tampoco. A todos había que lidiarlos muy bien pero los novillos estuvieron siempre por encima de los toreros, ya que a éstos les faltan aún los conocimientos necesarios para lidiar la casta. Rompieron a buenos primero, tercero y cuarto, que fueron los lidiados más aceptablemente, aunque todos los novillos dieron emoción, que es lo que debería haber siempre en los ruedos y así no habría crisis. Luego si desde dentro del taurinismo se intenta evitar la emoción, para evitar el peligro, son ellos mismos el mayor peligro, más que los antitaurinos. Alberto Aguilar cortó la oreja del tercero (enhorabuena) pero las cotas de torería más altas de la tarde, tanto en la brega como en banderillas, las alcanzó Jesús Pérez “El Madrileño”, que se estrenó en Las Ventas con los de plata. Al final, los del 7 salían emocionados y se habían olvidado de la desvergüenza de ayer. Pero mañana no hay Fuente Ymbro...y vienen figuritas ¡Socorro!. |
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