En la primera novillada de feria se presentaron, ante un lleno, Elizabeth Moreno, Gustavo García Solo y Pepin Vega con seis novillos de Ajuluapan que cumplieron sobresaliendo el segundo, tercero y sexto.

Elizabeth mostró nuevamente la falta de técnica con el capote y sin acoplarse con su enemigo, pidió picadores. El animal recibió 7 puyazos debido a la falta de orden que debió imponer Elizabeth. Con la muleta con tandas derechistas intentó realizar una faena aceptable, pero el novillo en base al castigo en caballo, rompió a mal. Mató después de pinchar de un bajonazo y salió al tercio a recibir palmas.

El segundo, un novillo berrendo calcetero bien presentado que fue aplaudido de salida. Nuevamente la falta de pericia con el capote hizo abreviar. Elizabeth se echó el capote a la espalda para simular un quite y fue arropada hasta en dos ocasiones sin consecuencias. Con mucho valor salió al tercio de muleta y en series de naturales trató de realizar una faena que no logró. Pinchó dos veces antes de dejar una estocada entera con la que el novillo rodó por la arena. El juez ordenó arrastre lento al animal y Elizabeth dio una vuelta al ruedo como reconocimiento de su valentía.

Gustavo García Solo a su primer novillo saludó con una buena serie de verónicas rematadas con una revolera. Realizó un quite por navarras siendo rematadas con el manguerazo de Villalta. Expuso en los tres pares de banderillas y salió al tercio a escuchar palmas. Con la muleta en la mano derecha dibujó pases buenos aunque aislados. Mató de una estocada caída y aunque un sector del público pidió la oreja, el juez no la concedió. Dio vuelta al ruedo.

El quinto de la tarde instrumentó verónicas de buen gusto. Realizó el mismo quite por navarras. Un segundo tercio cubierto por el novillero de forma desordenada precedió al tercio de muleta, donde en base a consentir al astado y dejarle la muleta en la cara entre pase y pase logró construir tandas importantes. En el primer viaje Solo dejó una estocada ligeramente caída. Los tendidos se llenaron de pañuelos blancos en demanda de la oreja, la cual fue concedida.

Pepín Vega cumplió en su primero escuchando algunos aplausos.

Al sexto, Pepin lo recibió con una tanda de verónicas a pies juntos y sin recuperar terreno entre lances. Para el tercio final el novillo que siempre fue noble y entregado a la muleta ayudó a Pepin a llevar tandas largas y templadas. Perdió una o tal vez las dos orejas al pinchar dos veces antes de dejar una estocada en buen sitio. Vuelta al ruedo como reconocimiento al burel y para el novillero salida al tercio.

Gustavo García Solo salió a hombros de la plaza.

La nota se dio en sexto novillo, después de que Pepin Vega simulara un quite y Gustavo García Solo se acercara a intentarlo de la misma manera, Pepin interrumpió entre Solo y el novillo. Hubo reclamos airados entre ambos novilleros sin llegar más allá.