Con dos tercios de entrada en la localidad madrileña, se han lidiado toros de los Hrdos. de José Luis Osborne, muy bien presentados, serios, desrazados y flojos en general. Dieron mejor juego para los toreros, 2º y 6º.

Curro Díaz, oreja y silencio

Antonio Barrera, dos orejas y oreja

Fernando Cruz, silencio y oreja.

Bella estampa del toro jabonero

Magnífica presentación de los toros de Osborne, que además lucieron preciosas láminas y pelaje. Pero casi se quedaron en eso, fachada. Adolecieron de falta de raza y se rajaron casi todos, siendo el primero de Barrera y el último de la tarde los que más facilidades dieron a sus matadores.

Curro Díaz al natural

Curro Díaz dejó muestras de su clase tanto con capote como con la pañosa, pero fue difícil lucir plenamente por las condiciones de sus oponentes. Al primero le recetó por el lado izquierdo una serie de naturales de buen ritmo y los lances a la verónica a su segundo también tuvieron usía. El resto hubo que conformarse con los bellos detalles de la forma de interpretar de este torero. Con la espada y el descabello en el cuarto, un desastre.

Barrera paseando las dos orejas de su primero

Antonio Barrera aprovechó las buenas condiciones de su primer burel, encandilando al público con un toreo alegre y bullidor. De igual modo estuvo en el quinto de la tarde, conectando fácil con los tendidos. Su entrega fue el mejor de los atributos, así como el manejo de la espada.

Fernando Cruz brinda su presentación en esta plaza

Fernando Cruz se estrelló con un primero rajado por completo y de imposible faena y ofreció buenas tandas por el pitón derecho al manejable sexto que lucía impresionante arboladura.

En conjunto, una tarde entretenida pero que no tomó más altura por el poco juego de los toros.