Ante casi un lleno en sombra y un tercio en sol, se lidiaron toros de Mimiahuapam terciados de presencia y sosos de comportamiento; el segundo se despitorró y fue cambiado por uno de la misma dehesa. Eulalio López Zotoluco, pitos y palmas; Rafael Ortega, oreja y palmas; José María Luévano, oreja y dos orejas.
José María Luévano se llevó el mejor lote del festejo. En su primero hizo de todo desde pegar brincos, carreras hasta gritos exagerados. Mató de estocada desprendida para cortar una oreja. La faena a su segundo fue muy similar. El público estuvo con él en todo momento y cortó las dos orejas del de Mimiahuapam.
Rafael Ortega cubrió los tres tercios, como ya es costumbre en su quehacer, en sus dos toros. Al segundo del festejo logró cortarle una oreja y en su segundo todo quedó en tibias palmas del respetable.
Esta no fue la tarde de Eulalio López Zotoluco. En su primero escuchó pitos y en su segundo algunas palmas. |