Con motivo de la Fiesta del dos de Mayo, se ha celebrado, con tres cuartos cubiertos, la tradicional corrida goyesca y que ha resultado un festejo deslucido. Buena culpa de ello la han tenido los toros lidiados: dos del Conde la Corte, 3º y 4º; dos de María Olea, 1º y 6º; un sobrero de El Serrano en 2º lugar y otro sobrero de Domínguez Camaño que ha hecho 5º. Todos deslucidos, flojos en general, inciertos y consecuentemente con peligro. Imposibles para el toreo actual.

De los toreros hay que destacar a Robleño que ha estado bullidor, decidido y arrojado toda la tarde, una estocada de Uceda y el tercio de banderillas brindado por El Chano, con un par extraordinario que ha puesto la plaza en pie. Justísima ovación.

Fernando Cepeda, silencio y bronca tras aviso

Uceda Leal, palmas y silencio

Fernando Robleño, ovación en ambos.

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