Ante poco más de media entrada se lidiaron toros de Chinampas justos de presencia. La corrida en general fue descastada y le pesaron los kilos pues se paró desde el capote. Guillermo Martínez tuvo una labor intermitente pegando pases sin decir mucho; uno por acá otro para allá pero sin llegar al tendido. Señaló un metisaca espantoso y una estocada caída e increíblemente el juez se atrevió a otorgarle una oreja. En su segundo escuchó dos avisos. Pedro Gutiérrez Lorenzo El Capea escuchó palmas en el primero de su lote. En el segundo recibió una oreja tras pinchazo y cuatro descabellos. Nuevamente el juez defendió intereses de un torero que le urgen las buenas estadísticas. Omar Villaseñor pasó inadvertido. Escuchó un aviso en su primero y otro en su segundo. |