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Con ¼ de plaza, se han lidiado 5 toros de Gabriel Rojas, mansos en líneas generales y un sobrero de Fernández Palacios, lidiado en 4º lugar, lamentable tanto de presencia como de juego. Carlos Collado “Niño de la Taurina”, silencio, silencio y silencio tras aviso. Andrés Revuelta, silencio y vuelta protestada. Manolo Martínez, que confirmaba, silencio y cogido en el sexto. UN RESPETO, eso es lo que nos merecemos los aficionados de Madrid y creo que hay muchas formas de conseguirlo, pero una muy importante es en la presencia de los toros y de esta manera es inaudito el ver lidiar en la primera plaza del mundo, un toro como el sobrero de Palacios, que salió al ruedo en 4º lugar. Felicitar desde aquí, al lumbreras que considero que un toro, tremendamente alto, cornicorto, sin cuello, en definitiva un toro lechero, por llamarle toro y no vaca lechera que era a lo que más se parecía, pues sí, ese toro alguien pensó que era digno de salir a las Ventas y nosotros de padecerlo. Y de paso, felicitar al ganadero porque el verdadero triunfo era colocar ese toro y para mas “guasa”, lo ha colocado en Madrid. UN TOQUE, ligero eso sí, pero un toque ha sido lo que nos ha dado Andrés Revuelta, en dos cortas pero intensas tandas de naturales, en los que ha dejado entrever, el corte de torero importante que tiene y que esperemos, podamos disfrutar con otro tipo de corridas, pero en principio no lo perderemos de vista. Y UN TORERO, simplemente TORERO, porque tampoco es tan difícil serlo, luego se puede estar mal o bien, pero hoy Manolo Martínez, sólo con la disposición que mostró en todo momento, se ganó el respeto de todos los que asistimos a la plaza, teniendo además un detalle con su picador, al exigirle de verdad, pero de VERDAD, que dejara al toro crudo, porque lo que él quería era triunfar el día de su confirmación de alternativa y no como otros que vienen a pasar el rato. Lástima que en su segundo toro, fuera herido, pero esperamos que sea tan rápida su recuperación, como su inclusión en un próximo cartel en Madrid. |
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