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Ante un tercio de entrada, se lidió un encierro de Santa Bárbara, dos correctamente presentados, y los demás justos de estampa. Cumplidores, el quinto de la lidia a la española, mereció los honores de la vuelta al redondel. El rejoneador Gastón Santos, empeñoso pero no redondeó, tibias palmas. Eloy Cavazos, en su habitual expresión bullidora y jocosa, saludó al tercio; y dos orejas. Jorge Gutiérrez, comprometido en su toreo honesto, silencio; y tras intensa faena, dos orejas y rabo. Alejandro Amaya, dos orejas; y palmas. El festejo tuvo una reprobable mancha al inicio... dado que fue ensuciado al inventar un absurdo reconocimiento (promovido, según se dijo, por el propio "reconocido") uno de los escribientes taurinos más corruptos de México, aquel al que la afición... mexicana llama "corrupto taurino internacional". |
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