Ante dos tercios de entrada se lidió un encierro de Jaral de Peñas de aceptable presencia, mansos y huidizos, excepto el segundo, que a pesar de no haberse empleado en varas y volver en ocasiones contrario, embistió en el último tercio con clase y casta lo que le hacía repetir con emotividad. A este astado, Leonardo Benítez le realizó una faena de valor y entrega consiguiendo el indulto que fue autorizado por el juez de plaza. El venezolano paseo las dos orejas y rabo simbólicos junto con el ganadero. El segundo del lote de Benítez se negó a embestir por lo que ni siquiera puso banderillas, todo quedó en silencio. Abrió plaza Jorge Gutiérrez con un astado que huía hasta de su propia sombra. Jorge le obligó a embestir por el lado derecho y después de una estocada entera cortó una oreja. Lo mejor que hizo con el segundo fue abreviar para retirarse en silencio. Israel Téllez se llevó lo peor del encierro. A pesar de que toreó con una cornada reciente, dio muestras de técnica, voluntad y torería ante un pésimo lote del cual estuvo por encima. Al primero lo mató de estocada entera para recibir una oreja. En el sexto, otro animal huidizo, terminó obligándolo por el lado derecho extrayendo pases con mucho mérito. Estuvo mal con el acero para recibir una fuerte ovación en los medios. |