Con ¼ de entrada se han lidiado novillos de Hnos. Torres Gallego, terciados y de desigual juego y un sobrero de Sánchez Arjona con genio que salió en quinto lugar.

César Manrique, aplausos y silencio.
Juan Andrés González, aplausos y silencio.
Carlos Doyague, silencio tras aviso y silencio.

Al finalizar el paseillo, se guardó un minuto de silencio por el fallecimiento de D. Fernando Jardón, antiguo empresario de la plaza de Toros de Madrid.

La crónica de este festejo, más que una crónica es un alivio, porque visto lo visto en las dos últimas novilladas, lo mejor que nos puede pasar es que la semana que viene, “Las Ventas” anuncie ya una corrida de toros. A lo mejor, luego es peor, pero lo que es lamentable a estas alturas, es ver, tarde tras tarde, a novilleros que no saben ni donde, ni cómo ponerse y que además resultan lo peor que puede resultar un novillero, apático.

Una verdadera lástima, pero si lo visto esta tarde en Madrid, es preludio de algo, esta va a ser una ruina y que Dios nos pille confesado de cómo está el escalafón novilleril, salvo algunas honrosas excepciones, aunque muy escasas.

Por favor, lo único que pedimos los aficionados a la empresa de Madrid, es que haga un seguimiento a los novilleros y traiga, de verdad a Madrid, al que esté preparado para venir a la primera plaza del mundo, no que venga cualquiera.