Con un cuarto de entrada se han lidiado novillos de Saltillo mansos, descastados y desarrollando gran peligro en todos los tercios. Jesús de Natalia, silencio en el único que mató que fue devuelto al corral mientras el novillero estaba en la enfermería
Javier González, silencio en los tres que mató Fernando Tendero, ovación con saludos desde el tercio en ambos. A más de uno le chocará leer en el titular de la crónica lo de asesinato en el coso de Ciudad Real, pero es lo que parecía. Los novilleros iban a jugarse la vida y aún tenemos que dar gracias a Dios que no ha habido ningún percance grave, puesto que los novillos iban a por todos los profesionales que pisaban el albero. Al final tres heridos; un novillero, un picador y un banderillero. Alguien da más. Desde luego esta corrida pasará a la historia de la tauromaquía como la peor. Nunca en una plaza de toros se ha vivido lo que en la de Ciudad Real. Los novillos no se dejaban torear y encima con peligro desde su salida. Una gran ovación se les tenía que haber dado a los tres valientes que han hecho el paseíllo, pero ese detalle no lo han tenido los aficionados, seguro que confiaban en que saliera otra cosa. Ya que los aficionados de esta plaza tienen la sensibilidad suficiente para tributar una gran ovación a los que se van a jugar la vida. Lo han hecho en otras ocasiones. Una servidora desde un principio sabía que esta novillada iba a salir "pegando bocados" y así ha sido, poco me he confundido. Lo que es incomprensible es que traigan una novillada de estas características y sabiendo de antemano lo que va a suceder. Eso es como planear un asesinato. Y para más inri los veterinaríos rechazan tres toros y el presidente repesca dos para que se lidien bajo su responsabilidad. El novillo marcado con el número 16 y lidiado en quinto lugar pesaba en la báscula 523 kilos y misteriosamente ha aparecido anunciado en la tablilla con 505 kilos, ¿con qué rapidez ha perdido peso? El novillo número 26, lidiado en sexto lugar, fue rechazado por el equipo veterinario al tener escobillado el pitón derecho y se ha lidiado. De la novillada en sí poco podemos decir, puesto que no ha habido ninguna faena que se pueda guardar en la retina. Destacar el valor y las ganas que le ha puesto Fernando Tendero. Jesús de Natalia estuvo también muy valiente en su primero, un novillo que salió avanto desde un principio. Mató de estocada pero el de Saltillo se puso a recorrer el ruedo sin intenciones de doblar. En un intento De Natalia devolver a entrar a matar lo prendió de forma aparatosa y lo pisoteó. Javier González tuvo que salir a terminar la obra de su compañero, no pudiendo hacer nada dejó que sonarán los tres avisos y devolvieran el novillo al corral. Javier Gonzalez no se anduvo con miramientos en los tres novillos que le tocó matar, los cuadró pronto y entró a matar. El aficionado de verdad aplaudió su decisión, pero siempre hay algunos que no entienden y meten la pata protestando. Fernando Tendero en sus dos novillos estuvo muy valiente, echó la pata p' alante para torear semejantes animales. Le echó casta y el respetable supo reconocer su labor. En la lidia del tercer novillo fue cogido el picador Ignacio Sánchez al ser derribado del caballo. En el quinto tras parear al novillo fue cogido el banderillero Pablo Fernández. Parte facultativo: Jesús de Natalia. Traumatismo en hemitórax izquierdo con posible fractura de la costilla séptima y octava. Traumatismo en región dorsal cara posterior hemitórax izquierdo. Traumatismo en dorso del pie derecho. Trasladado al Hospital General de Ciudad Real para estudio radiológico. Pronóstico reservado. En el estudio radiólogico se ha detectado fractura de una costilla. Ignacio Sánchez, traumatismo en región dorso lumbar, erosiones múltiples en región escapular derecha. Pronóstico reservado. Pablo Fernández, traumatismo en región dorsal, heridas en nariz y oreja derecha. Erosiones en cara y región pariatal. Pronóstico leve. Ésta es la crónica de una novillada de sustos y sinsabores en la que el público ha sufrido en sus localidades. Y es que la empresa debería haber cuidado más a los jóvenes que empiezan y no echarles una novillada para estrellarse. Aunque ninguno debe sentir que se ha estrellado puesto que han tenido el valor de ponerse delante de esos novillos, sabiendo de antemano a lo que se enfrentaban. Aún así hubo gente con tan poco sensibilidad en el tendido que empezó a reirse de los novilleros, cosa que le recriminaron los profesionales del toreo que estaban en el mismo de espectadores. |