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Una novillada con futuro fue la presenciada el domingo 20 en el poblado de Progreso de Obregón, Hidalgo, pues el novillero Juan Chávez y los jóvenes rejoneadores Yadhir Cedillo y Rodolfo Bello, mostraron que tienen futuro y que pueden en el futuro ocupar un sitio importante dentro de la Fiesta. El lienzo charro “Joselito Huerta” registró media entrada, en tarde soleada y apacible, corriéndose tres novillos con el hierro de Santín, uno correcto de presentación y dos justos, que en juego el primero cumplió, el segundo fue mansurrón y deslucido y el tercero, para rejones, fue bravo y bueno.Abrió plaza “Charro” con 370 kilos, para el hidalguense José Isabel Ortiz, de tabaco y oro, que cumplió al torearlo con el percal, tomando el animal dos puyazos y cumpliendo en su pelea, estando voluntarioso al cubrir el segundo tercio, entusiasmando a la concurrencia. En el tercio final al animal le faltó entrega pero permitió que el novillero le pegara algunos pases estimables, mostrando voluntad que la gente le agradeció. Mató de estocada caída, para que le concedieran una oreja.El segundo se llamó “Negro”, entrepelado bragado de capa, con 340 kilos, que correspondió a Juan Chávez, de blanco con bordados también en blanco, al que toreó bien a la verónica rematando con media. El novillo apenas tomó un puyacito pues fue manso en su pelea al caballo. Inició su labor de muleta por alto, estando bien ante un novillo mansurrón, deslucido que tuvo media embestida pero con el que estuvo firme y al que le extrajo pases por ambos pitones a base de aguantarlo, sufriendo un fuerte maromón que le conmocionó momentáneamente; regresó de la enfermería y mató a la res de casi entera en buen sitio, para cortar dos orejas. Cerró plaza “Niñote”, un cárdeno oscuro delantero para los rejoneadores Rodolfo Bello, que montó a “Pinturero”, un tordillo rodado con buen corazón, y Yadhir Cedillo con un espectacular tordillo de importante personalidad de nombre “Cobijero”. Antes recibiría al novillo Pedro Louceiro Firmino, al que lidió muy bien de salida y con el que se rodó en los medios, toreándolo a la grupa haciendo gala de los conocimientos de su veteranía pues la res apretó, acometiendo con poder y emotividad. Clavó dos rejones de castigo, para que en banderillas salieran los jóvenes caballeros que clavaron algunas a la tira; Bello dejó una magnífica al violín por dentro y Cedillo otra que sin duda fue de las mejores, al sesgo al estribo, que la gente le ovacionó con fuerza. El sobresaliente Rodolfo Chávez quitó con dos chicuelinas rematadas con una revolera, mientras que los forcados de México protagonizaron una buena pega al primer intento, pero sin rematar con el rabilleo.Despachó al animal el sobresaliente con el descabello sin antes señalar pinchazo y media delantera sin efecto, para dar la vuelta al ruedo los rejoneadores con los pegadores. |
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