Domingo 13 de marzo, con un llenazo como hace tiempo no se veia, dio comienzo la temmporada de toros en la plaza Monumental. El nombre magico del principe navarro del rejoneo, Pablo Hermoso de Mendoza contribuyo al lleno y a un gran ambiente de  fiestatorera en el coso fronterizo.

Se lidiaron seis toros de la otrora fatídica ganaderia de Piedras Negras.(recordamos que fue el toro "Cobijero" de esta vacada que le quito la vida a Alberto Balderas)... bien presentados, tocando los mejores cornupetas a Hermoso de Mendoza. El viento sopló durante los primeros tres toros de la tarde no permitiendo a los toreros de a pie estar confiados enfrente del toro.

Jose María Luevano, sangre de pichon y oro. El torero estuvo valiente y volutarioso toda la tarde. En su primero se esforzó a llevar a cabo una faena que fue afectada por el intruso viento no dejando desarrollar al torero. Esto y la soseria del burel, no permitieron que Luevano triunfara como lo hubiese deseado. Se aplaudió por su voluntad. En su segundo la decoracion fue más o menos igual. El toro soso y el torero tratando de sacar el mejor partido posible. Se le anotó algunos pases de calidad por el lado derecho, pero todo quedó en aplausos despues de su quehacer taurómaco.

El rejoneado español, Pablo Hermoso de Mendoza, hizo vibrar la plaza entera con su rejoneo emotivo y elegante. A su primer toro le cortó las dos orejas después de lucirse en banderillas y con los rejones de castigo. Mató emotivamente con la hoja de peral rodando el toro por la arena para el corte de apéndices y vueltas al ruedo en son de triufo.

En su segundo, el toro fue mas alegre que su primero y el rejoneador le lucio en el tercio de banderillas con espectaculares pares al quiebro de frente con el caballo, banderillas a dos manos,giros con el caballo en la cara del toro y la suerte de la rosa. Desafortunadamente no pudo matar al prmier intento y sólo se le otorgó una oreja al concluir su quehacer taurómaco con inumerables vueltas al ruedo recibiendo la ovación del público.

Fernando Ochoa. Negro y oro. Lo mejor para nuestro gusto, en su primer toro fue una media verónica que allí quedó. También fue molestado por el aire aunque logró algunos muletazos de calidad haciendo todo el torero.  Al final de la faena se le ovacionó con algunos aficionados pidiendo saludara  del tercio. Su segundo toro dio un espectacular tumbo a un picador. 

Afortunadamente ni el piquero ni el caballo sufrieron mayor daño, al menos por lo que pudimos ver. Ochoa se vio más confiado en este toro, tal vez porque el aire dejó de molestar y le anotamos pases por los dos lados con arte y hondura. Fue una lástima que no mato al primer intento y todo quedo en cerrada ovación.

En resumen, clamoroso triufo de Hermoso de Mendoza en esas corridas en que la gente sale toreando de la plaza. Y hasta la próxima...