Ya nos apuntaba por el mes de abril lo que eran sus sueños y, lo que es mejor, que ya vislumbraba Pepe Moral que todo su esfuerzo había merecido la pena; hasta ese lustro que estuvo parado en que nadie le enseñaba un pitón ni aunque fuera de cartón. Sin duda alguna, aquel periplo era para retirar a cualquiera y, Pepe Moral, con más paciencia que el santo Job tuvo el valor aguantar y, como diría El Pana, de resistir que es lo más trascendental cuando no hay contratos.
Por la mente de Pepe Moral pasan recuerdos imborrables, como por ejemplo su salida en hombros de Madrid en su época de novillero, incluso, llegar a ser líder del escalafón; recuerdos maravillosos que alimentan su alma al tiempo que analiza y goza su presente. Es cierto que, como decimos, aquel lustro sentado en la puerta de su casa le marcó para siempre; o quizás le hizo más fuerte como las pruebas demuestran.
Pepe Moral a hombros en La Maestranza
Claro que, el triunfo no es para los cobardes porque de éstos jamás se ha escrito nada; si en cambio, de los audaces, de los perseverantes, de los valientes, de los que son muy distintos al resto de los mortales es para aquellos donde llueven los titulares periodísticos y, como en el caso de Pepe Moral, hasta le llegan los contratos que siempre anheló.
-Hablábamos, Pepe, allá por el mes de abril y nos contabas tus ilusiones y, ya viste, recién empezado el mes de agosto ya podemos hablar de realidades. Al margen de tus triunfos precedentes en Sevilla y Madrid, amén de otras plazas, me han contado que en Azpeitia estuviste soberbio. ¿Qué pasó?
Ocurre lo de siempre si no hay corte de orejas parece que no ha pasado nada y ocurrió todo lo contrario; para mí tuve la tarde más importante de mi vida, de haber matado bien a los toros el triunfo hubiera sido de época.
La mano izquierda de Pepe Moral, la que cautiva a los aficionados
-Mataste en Azpeitia la corrida de Celestino Cuadri que, por lo que pude saber ayudó mucho. Siendo así, ¿cómo es posible que a este hierro le huya casi todo el mundo?
La leyenda, amigo, a veces asusta y como sabes esta es una ganadería con leyenda pero, yo me quedo con lo que dichos toros me permitieron hacer que, repito, de forma humilde me sentí el más grande del mundo hasta el punto de que, como te decía, creo que fue la mejor tarde de mi carrera.
-Cualquiera, Pepe, tras leer lo que me cuentas podría pensar que son muchos ignorantes los que no quieren enfrentarse a las corridas llamadas duras y, según tú, no saben lo que se pierden. ¿Digo bien?
Yo respeto la opinión de todo el mundo porque en realidad, lo que yo quería era torear y si con esos toros de leyenda como decimos, los Cuadri, Miura, Adolfo, Aguirre y algunas más he sido capaz de triunfar eso evidencia que estoy en el camino.
El triunfo de Pepe Moral en Pamplona
-Estamos a mitad de temporada y si no recuerdo más llevas más de quince corridas de toros toreadas, todo un acontecimiento en tu carrera, en tu vida toda, algo que años pasados era pura quimera. ¿Dónde está el secreto?
Yo creo que en la consecución de los éxitos de Sevilla y Madrid en que, para mi suerte, sí tuvieran la compensación que yo soñaba y, sin duda, el eco necesario para que ahora los empresarios reparen en mi humilde persona.
-Por lo que veo, Pepe, intuyo que tienes mentalidad de triunfador porque de otro modo no se entiende; eso de salir al ruedo a sabiendas del toro que saldrá por chiqueros y tener esa mentalización que tú tienes, eso es pura convicción la que te aboca al éxito mucho antes de que salga el toro. ¿Verdad?
Muchos quizás piensen que con ese tipo de ganaderías hacer el toreo es pura quimera mientras que yo, como se ha demostrado, tengo la convicción de que el toreo puede ser posible y, los hechos me dan la razón; que el esfuerzo es mucho mayor, qué duda cabe. Si te digo que, tras todo lo vivido, la palabra IMPOSIBLE no tiene cabida en mi diccionario.
Con la derecha también se "siente" Pepe Moral
-Por lo que intuyo, Pepe, puedes acabar el año con treinta corridas de toros sobre tus espaldas, sin duda, tu logro soñado.
Sin duda alguna, hombre. Es más, veo progresión en mi toreo cada tarde; es decir, veo que avanzo un poquito más en cada festejo y posiblemente, eso se deba a la seguridad que todos los toreros tenemos cuando toreamos más seguido.
-De nuevo, amigo Moral, el día 15 de agosto en Madrid. Vamos que tú no dices que no a nadie y mucho menos en Madrid. ¿No tienes miedo de devolver todo lo ganado en dicho ruedo?
Si te dije que la palabra imposible no encaja dentro de mi vida, negarme a torear en Madrid, en la fecha que fuere, sería un error tremendo por mi parte. Es más, esa fecha me sabe a gloria porque yo diría que allí empezó todo, o casi todo, como se prefiera, en aquella fecha de año 2014, un 15 de agosto en que me sentí muy feliz en dicho ruedo, como en todos los paseíllos que hago en Las Ventas.
-Y no me extrañaría nada que también estés e la próxima feria de otoño en Madrid en que se sortearán toros y toreros. ¿Estarás allí? Y, por cierto, ¿qué opinas de dicho sorteo?
Si me llaman, vamos, que tardo un segundo en aparecer por Madrid; no me importa torear las veces que haga fala y, eso quiero, lograr un gran triunfo el día 15 para que el empresario tenga un gran argumento para contratarme. Respecto al sorteo me parece una idea genial; es algo distinto que debería de repetirse para el bien de la fiesta.
Una vuelta al ruedo que sabe a gloria pura
-Eso de ganarse un torero los triunfos uno por uno imagino que debe ser muy reconfortante, hasta el punto de que como he podido saber, para el año próximo ya estás contratado para Azpeitia y, por lo menos, el empresario ya te tiene en su agenda. ¿Te sientes feliz por todo lo que vas logrando?
El más dichoso de los mortales porque hace “cinco minutos” nadie se acordaba de mí y, ya viste, siendo el mismo que entrenaba en soledad en mí casa, ahora me siguen llegando contratos como era mi sueño en aquellos años de soledad.
-Al final, Pepe, por lo que veo, como dicen el refrán, el que la sigue la consigue. Tú eres un ejemplo.
Si, a fuerza de voluntad no creo que me gane nadie porque como antes decíamos, eso de estar cinco años en dique seco sin ver un pitón ni en un solo festival y tener el valor de aguantar, eso creo que ha sido la base de mi éxito.
-Qué pena, Pepe, de que el maestro Manolo Cortés no pueda estar ahora junto a nosotros para saborear a tu lado lo que son tus éxito que, sin duda alguna, algo le deberás al maestro.
Yo diría que se lo debo todo, faltaría más, muy ingrato sería yo si no lo reconociera; a él le debo muchas cosas pero de forma muy especial ese gusto que me inculcó para torear con la mano izquierda; en realidad, me quedé con toda su “enciclopedia” pero, amigo, esa mano izquierda del maestro siempre me cautivó y, como ocurre a diario, siempre quiero que sea un referente.
-Imagino tu asombro, Pepe, algo por lo que nos alegramos todos pero, amigo, eso de verte anunciado después de Madrid en Cuenca, Nimes, Bilbao, Albacete y otras muchas plazas que irán saliendo. ¿Crees que ya está cobrando la factura que te debía la vida?
Sin duda alguna, por eso sigo siendo el más feliz de los mortales. Me siento recompensado en los últimos años y, de forma concreta en la presente temporada en la que estoy logrando triunfos muy especiales y, como has dicho, en plazas de enorme nivel.
-Amigo Pepe Moral, que tengas muchos éxitos que como me decías que tus sueños se sigan haciendo realidad porque en honor a la verdad, tu toreo, arte y valor así lo merecen.
Fotos cedidas por el diestro