Hay
fechas en la vida de los toreros que perduran con el paso del tiempo.
Se mantienen imborrables en la memoria, en la retina y también en el
corazón. A buen seguro que para José Ignacio Ramos un 15 de mayo de
1993, cuando José Antonio Campuzano le cedió los trastos en Vitoria en
presencia de Rui Bentos Vasques con toros de Antonio Pérez, es una de
esas fechas.Ramos
en la actualidad inmerso en su día a día en su labores de empresario y
apoderado, no ha elegido el camino fácil para celebrarlo, como no ha
sido fácil su trayectoria cuando vistió el oro, batiéndose el cobre con
las duras, con buen nombre en las ferias del Norte, así como en las
ferias francesas de mayor renombre. Gozando del respeto de los
profesionales y admiración de los aficionados.
Podía
haber sido un acto, una gala, una fiesta campera o un festival. No se
ha aliviado, ha elegido una corrida de Victorino Martín en la plaza de
Burgos, durante la feria de San Pedro y San Pablo.
Sincero
y transparente, al igual que con su espada y su muleta, nos dedica unos
minutos en esta entrevista a pocos días de una fecha tan especial el 1
de julio.
Atiende nuestra llamada aprovechando un parón entre tentadero y tentadero, afinando su puesta a punto.
José Ignacio Ramos volverá a vestirse de luces por un día
-25 años desde tu alternativa, parece que fue ayer.
Sí,
25 años toda una vida, aunque se han pasado volando, ha habido de todo
en mi trayectoria como torero, triunfos, fracasos, pero ha sido algo
maravilloso.
-¿Cómo se viven los días previos a tan importante cita?
Ultimando
la preparación, date cuenta que yo me retiré en 2011, y para prepararse
para una corrida de toros de Victorino se necesita un punto más, no es
una corrida de toros al uso, ni que te lo vaya a poner fácil. El
compromiso y el respeto a la profesión, te exigen que tanto mental
como físicamente estés al cien por cien.
Poniendo banderillas a un Miura en Madrid
-¿Cómo surge la idea?
Ya
llevaba tiempo rondando en mi cabeza hacer algo, desde 2011 que me
retiré, durante mis labores de apoderamiento, tanto con Morenito de
Aranda, como Juan Bautista y ahora Juan del Álamo, a pesar de estar
retirado no dejas de crecer ni como hombre ni como torero.
El
cuerpo me pedía hacer algo especial, lo que no sabía si matar un
festival, algo más íntimo con los amigos, o matar una corrida como algo
especial. Ya cuando salió el pliego de la plaza de toros de Burgos la
empresa Tauroemoción tuvo el detalle de contar conmigo.
-Burgos, un orgullo pero también una responsabilidad.
Sí,
evidentemente junto con Vitoria, en Burgos he nacido, me ha visto
crecer como torero y como persona, por lo tanto la responsabilidad es
muy grande. No va ser una tarde cualquiera, quiero que la gente no
piense que iré a pasar el rato, quiero que me vean al mismo nivel al que yo
me fui. Incluso con un punto más de sabor añejo, de experiencia, en
definitiva lo que dan los años. Aunque un éxito o fracaso en esa tarde
no me a va a suponer nada profesionalmente, puesto que es la única tarde
en la que me voy a vestir de luces, pero sí quiero que la gente me vea a
un nivel importante.
Un desplante torero del burgalés
-¿Cuales han sido las plazas clave en tu carrera?
Además
de Burgos y Vitoria, que fue mi segunda casa, me fui con 13 años, de
la mano de “Serranillo” que en Paz Descanse, ha habido otras plazas
importantes en mi carrera, corté una oreja en Madrid, y luego Francia me
ha dado mucho, en especial la plaza de Arles, ha sido talismán.
-Madurez y poso, frente a juventud.
Efectivamente,
la verdadera dimensión de los toreros se ve con el paso del tiempo, se
nota el poso, el sabor, una técnica más depurada.
En
la juventud muchas veces puede el corazón a la cabeza, las ganas de
triunfar, sin embargo con el paso del tiempo se hacen las cosas más
despacio a los toros.
José Ignacio un matador de toros total
-¿Por qué una de Victorino?
Lógicamente
requiere un sobreesfuerzo, me anuncio con Victorinos porque yo lo
quise, nadie me ha obligado. Torear el día 1 esa ganadería va a ser algo
especial, en el sentido de que es una exigencia para mí, algo personal.
Y también demostrar a la gente que tras bastante tiempo sin torear, que
no vengo a pasar la tarde. Figúrate estoy anunciado con dos toreros que
están en un gran momento como Paco Ureña y Emilio de Justo, que además
le tienen bien cogido el aire a la ganadería. Voy a rivalizar con ellos.
-¿Será una corrida puntual?
Va
a ser algo puntual, no quiero equivocar a nadie. Es una celebración de
un momento especial de mi vida. Tengo un respeto enorme a la profesión,
en la actualidad hay toreros muy importantes, toreros jóvenes que se
quieren abrir paso. Será algo muy bonito para mí, mi gente, los
seguidores de toda la vida, quiero darles una alegría y dedicárselo a
ellos.
Su actual papel como apoderado y empresario
-¿Ha cambiado el mundo del toro tanto en este tiempo?
Ha
cambiado mucho en todos los aspectos. En primer lugar la Fiesta está
siendo muy atacada, desde el ámbito político y no político, están
haciendo mucho daño. Se celebran menos festejos, los puestos son menos,
las figuras están a un gran nivel, por lo tanto hay pocos huecos en las
ferias.
Ahora
mismo sales a hombros en Madrid y desgraciadamente no tiene la
repercusión que debería, de cara a entrar en las ferias. Sí te sirve
para entrar en ferias más largas como Madrid, Sevilla, Bilbao o
Pamplona, pero en las demás ferias hay pocos huecos. Todo eso,
lógicamente perjudica.
En otro plano, creo que se torea mejor que nunca, con más perfección y técnica, al toro más grande y más serio de la historia.
-Cuéntenos sobre su labor como apoderado.
Tanto
Mariano Jiménez como yo somos matadores de toros, lógicamente eso se
nota a la hora de transmitir, de hablar a un torero al que apoderas.
Sabes lo que se pasa en esos momentos de baches, en los que no llega el
triunfo, o llega pero no tiene la repercusión necesaria en contratos
para entrar en las ferias, por lo que te comenté antes.
A
los toreros hay que apoyarles también en el plano psicológico, la
cabeza de un torero es muy complicada, aquí te juegas la vida, luego
todo sucede muy rápido, los triunfos, los fracasos. Nos gusta estar
pendientes, acompañarlos al campo también.
Nuestro deseo para que acabe así la tarde en su gran día
-Y sobre su faceta como empresario.
Llevamos
en la actualidad Colmenar Viejo, San Martín de Valdeiglesias, Burgo de
Osma, Guadalajara. Hay mucho trabajo detrás, siempre con humildad. La
gente lo que quiere son carteles rematados, carteles que interesen.
En
Colmenar Viejo se está viendo el trabajo, la cogimos en horas bajas,
ahora goza de buena salud, las figuras han vuelto a Colmenar.
Guadalajara una plaza en la que hemos entrado, estamos muy ilusionados,
sigue con nosotros en la gerencia Álvaro Polo, volverá Enrique Ponce y
Diego Ventura entre otros.
-¿Cree que hay buenas y malas plazas o buenas y malas gestiones?
Hay
de todo, ha habido plazas buenas que no se han hecho las cosas bien y
al revés. El trabajo en una a plaza no puede ser de 15 días antes. Hay
que trabajar durante todo el año, estar en contacto con el aficionado.
Conocer los gustos de cada afición, que cartel encaja, el tipo de toro,
etc.
-Desde Opinionytoros queremos
agradecerle su tiempo y palabras para nuestros lectores, repartidos por
todo el mundo, y desearle mucha suerte en tan importate cita.
Fotos cedidas por el torero