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Fernando Tendero  
  entrevista de Pla Ventura [ 20/02/2018 ]  
FERNANDO TENDERO: Un toro de Victorino me devolvió la ilusión
Fernando Tendero es un torero de Ciudad Real que lleva varios años en la dura batalla por ser torero, todo un ejemplo para la profesión y, sin duda para sus compañeros. Como diría Javier Castaño, se necesita un alma de acero para seguir en la profesión más difícil del mundo pero, como sabemos los toreros son de una pasta especial y, Tendero no se escapa de dicha virtud.

Antes de su alternativa en el año 2008, Fernando Tendero toreó más de cien novilladas picadas, amén de un inmenso número de las llamadas económicas o sin picadores; es decir, lo que se dice curtido llegó a la alternativa y, lo que es mejor, muy esperanzado de que sus triunfos como novillero pudieran ayudarle en calidad de matador de toros pero, como siempre sucede, los triunfos en el escalafón inferior no valen absolutamente para nada, si acaso, como Tendero decía, para adquirir profesionalidad, pero para nada más.

Es cierto que, Fernando Tendero, como novillero se placeó por todo el mundo puesto que, es de los pocos que toreó en casi todos los países de América, algo que, desdichadamente apenas se ha repetido como matador de toros, salvo algunas pequeñas incursiones como la de México hace dos años y, el pasado año en  Picapampa, Perú en una feria que, como se sabe, Fernando Tendero se declaró triunfador de la misma. Para su dicha, Tendero ya tiene firmadas varias fechas en plazas peruanas, razón de la divulgación que su éxito tuvo en el país de los Incas.


Así es como piensa andar el camino: Triunfando cada tarde

-Este año, Fernando, en el mes de agosto se cumplirán tus primeros ocho años como matador de toros. La gran verdad es que has toreado poco y, por lo que deduzco, tus ilusiones siguen intactas. ¿Dónde está el secreto?


Ante todo uno está en la profesión porque es dueño de sus actos y, sin lugar a dudas, de sus convicciones; es decir, si no me sintiera capaz para desarrollar mi profesión hace años que hubiera abandonado; claro que, una cosa son mis ilusiones y otra mis circunstancias a las que quiero combatir mientras me queda un halo de esperanza.

-Claro que, ante una persona como tú que apenas aparece en los carteles taurinos, la pregunta es inminente. ¿De qué vives?

Es cierto que tengo el apoyo de mis padres pero, como no soy un derrochador he vivido de lo que he ganado en los toros. No es un gran número de actuaciones pero, entre las corridas toreadas y en los festivales en que he participado, todo ayuda para vivir.


Lanceando a la verónica

-El pasado año, una vez más, para tu fortuna, pudiste entrar en los carteles de tu feria, Ciudad Real y, para desdicha posterior matas una corrida de Victorino Martín sin poder lograr el éxito de otras ocasiones. ¿Qué pasó?


Te parecerá una tontería pero un toro de Victorino Martín me devolvió todas mis ilusiones porque, en realidad, es el toro que mejor he toreado en mi vida; a uno lo bordé y en el otro estuve muy bien pero, amigo, aquí entran a formar parte las circunstancias de las que antes hablábamos; los pinché a los dos toros y mi gozo en un pozo; cuando pude haber sido el triunfador absoluto de la feria, numéricamente, todo quedó en la nada. Como dato estadístico, mi actuación en la feria no dijo nada; pero como torero, repito, resultó ser mi mejor tarde en toda mi carrera, algo que lo cantó la prensa y ahora lo ratifico yo que lo viví.

-Menos mal, Fernando que, desde que tomaste la alternativa siempre te queda Ciudad Real, a las pruebas me remito.

Si, en mi plaza he logrado triunfos importantísimos que, para mi desdicha no han tenido la repercusión que yo hubiera querido, pero siempre es alentador tener una plaza determinada que me recuerde y, como Ciudad Real, que me estimule con los contratos que allí siempre me gané.


Doblándose por bajo

-Fuiste un novillero importantísimo y, tras la alternativa, más que una bendición, tengo la sensación de que dicha borla como doctor en tauromaquia se convirtió en maldición para ti. ¿Qué motivos hubo para apenas sumar contratos tras el doctorado?


Esa es la gran pregunta que nos hacemos todos aquellos que, tras la alternativa no vemos contrato alguno; es una locura, un dislate tremendo pero, lo que si te digo es que no tengo yo la culpa; otra vez abogamos contra las malditas circunstancias que nos envuelven en una nube gris que, muchas veces, ver el sol se convierte en un auténtico calvario. Creo que, la metáfora la entendiste muy bien.

-Veo tus circunstancias, Fernando, me pongo en tu piel y no sé si tendría valor para seguir en ese duro camino a la espera de una oportunidad que no llega nunca. ¿Qué pócima milagrosa te tomas para tener valor para seguir; no digo ya para ponerte delante del toro que tanto mérito tiene, sino para soportar los duros envites del silencio empresarial?

Antes lo hemos comentado, la ilusión y la fe mueven montañas; por eso estoy aquí, porque me siento capaz de seguir, de triunfar y de demostrar que no soy un chalado; que soy y seré torero mientras viva, lo digo porque ya lo he demostrado muchas veces, no en las plazas que yo hubiera querido, pero sí en recintos taurinos que han podido ver mi torería y mis condiciones como torero.


Toreando con la diestra

-Después de tantos como años como matador creo que te mereces la oportunidad de confirmar la alternativa en Madrid. ¿Verdad?


En esa tarea estamos; de nuestra parte no quedará. Me consta que mi apoderado, don Antonio Picamills está haciendo ya gestiones al respecto; repito que, de nuestra parte no quedará y, es cierto, como dices, albergo la esperanza de que sea este año. Si no pudiésemos entrar en San Isidro, al menos intentaremos que sea fuera de la feria; pero sí, es mi mayor ilusión, confirmar en Las Ventas.

-No quiero echarte un jarro de agua fría encima pero, amigo, muchos han triunfado en Madrid y apenas les han dado cancha.

Quizás no han toreado lo que ellos hubieran querido porque aquí todos aspiramos a lo mejor, lo más grande; pero no es menos cierto que muchos que han triunfado en Madrid, en el peor de los casos han encontrado muchos contratos en pueblos y plazas de segunda que, conforme está el toreo, ya es un éxito grande. Como te digo, el triunfo a veces no sirve como uno quisiera, pero siempre es alentador y, ante todo, muy reconfortante.

-Claro que, para éxito el que tú lograste el pasado año en Picapampa, en Perú. ¿Mereció la pena el viaje?

Por supuesto que sí. Me alcé como el triunfador de la feria y eso me enorgulleció; es más, allí hay una afición desbordante; aquello comparado con España es otro mundo; apenas tienen nada y son capaces de llenar una plaza de toros; todo un milagro que he podido comprobar con mis ojos, es algo especial, yo diría que casi mágico; en realidad, para los peruanos, de forma concreta en los pueblos, los toros son un auténtico milagro que lo celebran con devoción desmedida. Ya tengo firmados varios contratos para este año.


Rematando con el pase del desdén

-Hablando de contratos, ya tienes en cartera, para empezar, la corrida a beneficio de Cáritas en la que participarás en el mes de abril en Tomelloso. Para ti, una actuación tan pronto imagino que será un premio grande ¿verdad?


Ya puedes darte una idea; es más, imagina que como presagio, si obtengo un triunfo en dicha ciudad, ello siempre es un aval para poder llamar a otras muchas puertas ante tantas plazas como tenemos en nuestra provincia de Ciudad Real. Luego, en segundo lugar, aquello de ser arte y parte en un festejo cuyos beneficios irán destinado a Cáritas, eso me ilusiona sobremanera; es decir, saber que mi aportación como artista valdrá para remediar los males de muchos necesitados, es algo que me enorgullece.

-Según he podido saber tienes una titulación universitaria, ante ello, digo yo, ¿no sería más sencillo enfocar tu vida bajo el prisma de un trabajo acorde con tus estudios y dejar el mundo de los toros tan cruel, tan difícil y, a veces, tan ingrato?

Hay ratos que uno piensa de todo, amigo, no puedo negártelo. Pero luego, en mis reflexiones internas siempre abogo por lo mismo y me digo para mis adentros que, si en realidad he demostrado a los demás y me he demostrado a mí mismo que valgo para torero, eso viene a corroborar que yo no soy culpable por no tener contratos, lo cual viene a certificarme que sí, que tengo derecho a seguir en este mundo que tanto me apasiona. El día que las fuerzas y  las ilusiones me abandonen me iré pero, mientras tanto debo de seguir aferrado a mis convicciones.


Juntos, torero y apoderado, esperan llegar a la confirmación en Las Ventas

-Te confieso, Fernando que, tras esta charla que hemos tenido has sido tú el que me ha convencido a mí; es decir, cuando me he planteado conversar contigo, yo me sentía derrotado al ver tus circunstancias y, tras hablar, amigo, me has motivado; no todo es tan negro como yo lo planteaba. Lo que se dice ilusión la tienes a raudales.


Esto es así. A nadie nos han dicho que esto de ser torero es algo sencillo; todo lo contrario. Recuerda que estamos hablando de la profesión más difícil del mundo, la que muchísimos lo intentamos a sabiendas de que la mayoría quedaremos en el camino, claro que, siempre piensa uno que será el otro el que desfallecerá, pero motivos para el desaliento los tenemos todos. Es cuestión se superación, de fe, de autoestima y convicción por seguir creyendo uno en sus posibilidades y que llegará el día del triunfo y luego saciaremos toda el hambre de éxito que hemos venido arrastrando durante muchos años. 

-¿Cómo es una conversación con el señor Picamills, tu apoderado?

Como antes hemos dicho, todo lo basamos en nuestras ilusiones; yo por querer torear y él buscando contratos sin desfallecer; pero sí, ambos sabemos de la dureza del camino que tenemos que recorrer; él no tiene plazas, no tiene poder como para poner y quitar toreros; todo lo tiene que hacer a golpes de corazón, razón del mérito que le atribuyo. Es cierto que ambos sabemos el papel que tenemos que desempañar y, a caballo de nuestras ilusiones vamos cabalgando por el mundo.

-Fernando Tendero, que tengas mucha suerte, que te lluevan los contratos y, si Dios quiere, allí en Tomelloso estaremos para juzgarte. Seguro que todo rodará bien porque en dicha plaza, como sucede cada año, el éxito es el denominador común de su feria y, en esta ocasión no será una excepción. Lo dicho, que tengas mucha suerte y aguanta todo lo que puedas, de cobardes no se ha escrito jamás una sola línea.

Fotos cedidas por el torero
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