Rafaelillo 'soñando' antes de hacer el paseíllo

-Rafael: Los hombres también lloran, ¿verdad?

Sí, y mucho más como me sucedió a mi cuando compruebas que, por un mal manejo de la espada se te escapa un triunfo de clamor en Madrid.

-Como todo el mundo sentenció, perdió usted un triunfo grande, pero aquella vuelta al ruedo, como pudimos ver, imagino que le recompensó de todos los males.

Es cierto. Aunque lloré de rabia, de impotencia, de desilusión porque jamás pensé que pudiera fallar ante aquel toro; digamos, ante todo lo que fui capaz de llevar a cabo y, en el último momento, ya viste, un desastre por mi parte. Pero sí, sentí el clamor de Madrid en una vuelta al ruedo que jamás olvidaré.

-Como tampoco olvidará a “Injuriado”, el toro de Miura que le puso el triunfo a su alcance. ¿Fue aquel toro el que más satisfacciones le ha dado en calidad de torero?

Sí, porque la faena tuvo tintes épicos, por tanto, una repercusión a nivel de todo el mundo, algo que me llenó de alegría. En Madrid, como sabes, he tenido tardes importantes que, para mi desdicha, no culminé con la espada; pero la de este año creo que ha sobrepasado todo  lo vivido en dicha plaza que ha sido mucho. Tanto en el año 2007 como en 2010, sendos toros de Dolores Aguirre me certificaron que no estaba equivocado al elegir mi profesión, pero lo de este año ha sobrepasado los límites de todo lo que podía imaginar.

Sin dudarlo fue a por todas con 'Injuriado'

-O sea que, por lo que pudimos ver, los toros de Miura ya salen de “durse” como dirían por allí abajo.

Tampoco es eso; pero sí, algunos toros de suelen “dejar”, siempre sabiendo lo que se dejan atrás, ya viste cómo me echó mano “Injuriado”. Es cierto que, para los hombres que estamos en este circuito de las corridas legendarias, para nuestra fortuna, los Miura, de vez en cuando nos permiten aflorar el toreo que llevamos dentro, toda una dicha para sus lidiadores.

-Los aficionados, periodistas, medios de comunicación, es decir, los que no vivimos del mundo del toro pretendemos que haya justicia en ese mundillo y, craso error. Su épica de Madrid debería de haber tenido un premio lógico, cabal… entre otras muchas cosas, que usted hubiera sido contratado en Pamplona, por citarle una plaza emblemática. Y, ¿sabe lo peor? Que de haber cortado usted las dos orejas que ya tenía en la mano en Madrid, todo hubiera seguido igual. ¿Qué ocurre, matador?

En mi caso, para mi desdicha, todos los años tengo que empezar de nuevo; es un trato injusto el que recibo porque me avalan éxitos rotundos como los conseguidos el año pasado en Valencia con aquel toro de Cuadri; una faena que todavía siguen vibrando los aficionados valencianos; otra importantísima en Mont de Marsán con otro Miura y, siempre, de mi parte, la más absoluta entrega a favor de los aficionados que me siguen.

-Por sus palabras, Rafael, intuyo que cree usted más en la justicia de Francia que en la nuestra. ¿Digo bien?

Son formas muy distintas de entender las contrataciones de los toreros; en España, para nuestra desdicha, muchas veces los triunfos da la sensación de que no sirven para nada, mientras que en Francia, un éxito tiene mucha repercusión y, lo que es mejor, redunda en beneficio de sus protagonistas que, como me ocurre a mí, cuando triunfas, repites que es lo debería ser lo más lógico del mundo.

Al que sacó buenos muletazos... a derechas y de frente

-¿Se siente cómodo en ese circuito en el que torea y triunfa?

Es el que tengo, el que jamás debo de desdeñar. No pido los toros comerciales, pero sí anhelo que no me falten mis lógicos contratos ante este tipo de corridas que, hasta la fecha, tantas satisfacciones me han dado.

-Como aficionado, torero, permita que le diga que ante su caso y algunos de sus compañeros, con ese tipo de toros a lidiar, ¿no siente usted que le puede explotar el corazón?

Es cierto. Pero no podemos negar que este tipo de toros han sido lidiados toda la vida de Dios por diferentes toreros en todos y cada una de las épocas que le ha tocado vivir. Yo soy ahora mismo uno de ellos, es decir, uno más para engrosar la larga lista de hombres dispuestos para la batalla, pero sin olvidar jamás el toreo que uno lleva dentro.

-Tiene usted razón porque, Rafael, algunos de los naturales que usted firmó en Madrid frente al Miura, había que darlos y, lo que es mejor, sentirlos…

Y así creo que lo hice. Me sentí muy a gusto, muy contento de ver que, frente a un Miura, me salía el toreo que siempre he soñado.

También sacó naturales de buen trazo

-Decía yo antes que, para desdicha suya y de todos los que amamos la verdad, aunque usted hubiera cortado las dos orejas al Miura, las que ya tenía casi en la mano, todo hubiera seguido igual; es decir, la catástrofe la tenía usted servida.

Es cierto que ese festejo me llegó muy tarde; es decir, para esas fechas ya hay muchas ferias cerradas; es verdad que, un triunfo en los primeros días de la feria de Madrid, si me apuras, todavía puede llegar a “tiempo” para la confección de muchos carteles; pero ya, dentro del mes de junio, todo es más complicado, razón por la que me he quedado fuera de muchos de ellos.

-Nos queda Francia, maestro.

Así es. Como antes contábamos, en el país galo los triunfos siguen valiendo, siguen siendo avales para todos aquellos que allí han triunfado como es mi caso, razón por la que refugio muchas de mis ilusiones en la tierra de Aznavour.

-Al final, Rafael, para un hombre que se entrega como usted, vendrán tiempos mejores, ¿cierto?

Espero que sí porque el esfuerzo que hago es casi inhumano; es decir, mi entrega es absoluta y apasionada en todo mi quehacer. No pido imposibles; no pido entrar a formar parte de los carteles estelares de las máximas figuras del toreo, pero sí pido que brille mi estrella frente a los toros legendarios, algo que me he ganado a base de triunfos.

Y ¡gallardamente! se desplantó ante el de Miura

-No sé si usted será rico gracias a su profesión, pero si intuyo que ha logrado usted vivir con dignidad. ¿No le preocupa el dinero?

El dinero ayuda para vivir, pero no es el único fin en el ser humano. Estoy orgulloso de tener lo que tengo que, en definitiva, fíjate, era lo que soñaba para mí familia, una casa en la playa, la casa en que vivimos y esos pequeños caprichos que todos los humanos solemos darnos en la vida.

-Ganado todo a golpes de corazón, nunca mejor dicho.

El esfuerzo es grande, no podemos obviarlo. Pero por duro que parezca, como quiera que soy un enamorado de mi profesión, todo lo que hago me llena por completo. A veces pienso que con todo el miedo que suelo pasar, en ocasiones creo que ese miedo lo traslado a los tendidos y, sin duda, creo que los aficionados lo pasan peor que yo; Madrid fue el último ejemplo de lo que decimos.

-Imagine, Rafael, como sabe, muchos toreros suelen denostar a Madrid por las exigencias que allí sufren y, en su caso, paradojas del destino, se le llena la boca cuando habla de Madrid. Siempre hay contradicciones entre los humanos, ¿verdad?

Cada uno cuenta de la misa según le va, dice un refrán español y, en mi caso, por Dios, de Madrid solo puedo hablar que maravillas; como antes hemos comentado, tanto en el año 2007 como en el 2010, incluso este año además de otros momentos, Madrid ha sido mi tabla de salvación; es decir, gracias a mis actuaciones en Las Ventas he podido resurgir puesto que, como sabes, pasé por momentos, por años de ostracismo que no se los deseo a nadie.

La rabia e impotencia se vieron reflejadas tras la espada. Que sea la última vez