Camina Bustamante con paso firme hacia la alternativa

-¿Cuándo sentiste el llamado de la fiesta, en que momento sentiste tenías que ser torero?

La verdad es que desde que tuve uso de razón quería ser torero. Me crié en una familia muy taurina, entre toros y caballos, siendo mi padre novillero pues crecí con la afición. La primera vez que me vestí de luces en una novillada sin caballos en la Plaza de Toros Quito sentí el cante muy distinto, ese silencio en trayecto del hotel a la plaza, el paseíllo, los novillos en puntas y como olvidar ese murmullo en el tendido. Ese fue el día, que al estar en el centro del ruedo y poder expresar lo que llevo dentro y agradar al público asistente, fue cuando supe que ese era mi destino.

-¿Cuál fue tu primera escuela de toreo?

Mi primera escuela fue mi padre, él fue quien me enseñó a coger los trastos de torear por primera vez. Luego pasé a ser miembro de la Escuela Taurina Jesús del Gran Poder de Quito, años después a la Escuela Taurina de Medellín y finalmente a la Escuela Taurina Municipal de Aguascalientes.

-¿Cuánto tiempo toreaste como novillero sin caballos y cuánto con caballos.

Estuve 3 años como novillero sin picadores (Debut 27 de octubre del 2007 en la Plaza de Toros Quito), y 4 años como novillero con picadores (Debut el 14 de marzo del 2010 en la Plaza de Toros San Marcos de Aguascalientes-México).

Una espera que le mantiene ilusionado

-Tu padre también transitó por este camino del toreo, ¿podríamos asumir que el fue tu principal impulso?

Por supuesto que sí. La afición a los toros me la ha heredado mi padre desde que nací, y para él es muy grande el verme a mí conseguir los sueños que no los pudo conseguir. Mi padre ha estado a mi lado en todo momento, apoyándome incondicionalmente y sobre todo guiándome por un camino recto y transparente, no solo en el medio taurino sino, en la vida en general.

-Tu aprendizaje te ha llevado a tres escuelas taurinas de América, ¿puedes contarnos alguna anécdota de esos tiempos, en Quito o en alguna otra de tus escuelas?

Recuerdo más anécdotas en la Escuela Taurina Municipal de Aguascalientes. Como olvidar el bautizo a cada persona que ingresaba a la escuela, los llamábamos “víctimas”... jaja, y claro yo también fui una de ellas. Recuerdo mi bautizo, eran días de lluvia por lo que el ruedo estaba hecho un lodazal, sin importales me agarraron entre todos mis compañeros en la mitad de mi entrenamiento y me echaron al lodo de cabeza hasta estar completamente embarrado... jaja. No estuvo mal a comparación de otros, algunos eran encerrados en el bote de la basura de la plaza, a otros se les metía en la fuente donde despostaban los toros sin importar si había residuos en ella, y así sucesivamente. Fueron grandes momentos con mis compañeros donde compartimos muchas risas.

-¿Quién consideras que ha sido tu maestro más importante, a lo largo de estos años de novillero?

Tengo 3 maestros que han marcado mi vida y mi carrera por sus enseñanzas, sus logros y su ejemplo a seguir como torero y como persona. Mis mayores agradecimientos al matador de toros Paco Santoyo de México, al maestro Enrique Ponce, y sobre todo al matador nacional Fabián Mena quien ha estado a mi lado incondicionalmente desde mis inicios.

Para enfrentarse cuanto antes al toro

-¿Qué impulsa a un joven como tú, a querer ser torero en un país donde se está enfrentando tan constantemente la Fiesta Brava?

Realmente es una pena ver cómo la fiesta de los toros en el Ecuador se ha venido abajo. Tengo que resaltar como torero que una de las mayores causas de esto es la falta de apoyo que hemos tenido los toreros nacionales. El apoyar a toreros locales ayuda a prepararlos para triunfar no solamente aquí, sino en distintas ferias del mundo lo que fomentaría muchísimo a la afición nacional. Una de mis mayores metas es cambiar la ideología de la mayoría de aficionados taurinos en el Ecuador, los cuales piensan que los toreros extranjeros siempre estarán por encima de los nacionales, y no es así. Considero que tenemos toreros con las mismas o quizás más capacidades que muchas figuras del toreo, y esta lucha constante por demostrarlo cada tarde es lo que me tiene unido a la Fiesta Brava cada día con más ambición y deseos de triunfar.

-El día de tu alternativa será sin duda un día grande y solo puedo imaginar la ansiedad y el compromiso que debes sentir en este momento, ¿estás contento con el cartel que te tocó en suerte?

Realmente creo que será el día más feliz de mi vida. No se como describir lo que siento, tengo muchos sentimientos encontrados. De ser un sueño, pasó a ser una meta cumplida, porque ahora vendrán muchas más como matador de toros. El cartel es muy bonito y ha generado mucha expectativa, pues hay que tomar en cuenta que tanto Diego Urdiales como Sebastián Castella son dos figurones del toreo.

-El maestro Diego Urdiales es un torero de gran valor, un torero que se exige mucho a sí mismo y aunque quizá no sea todo lo conocido que debiera ser en el país, es un gran torero lo que de hecho representa un serio compromiso para ti. Y luego; Sebastián Castella que tiene ya sus seguidores entre el público de Ecuador, incluido el de Ambato es otra papeleta fuerte. ¿Cómo te sientes con este cartel para ese día tan señalado?

El compromiso es muy duro, Diego Urdiales a pesar de no ser tan conocido en nuestro país, quienes sí lo conocemos sabemos que viene arreando como un perro, la tempo rada pasada habrá sido una o quizás, la mejor que ha tenido en toda su carrera, y pues de Sebastián Castella ni se diga, es una figura consumada que ya tiene a la afición en el bolsillo. Sin embargo no estoy preocupado por mis alternantes, sino en poder salir esa tarde a demostrar lo que llevo dentro. Una gran ventaja es que los tres tenemos distintos estilos, por lo que será una tarde de toros para todos.

Y darle muletazos que puedan poner su nombre muy alto

-Tus compañeros de cartel son dos toreros de estilos diferentes, ¿cómo te describirías a ti mismo?

Lo que siempre he apreciado en el toreo es la naturalidad con la que se puede llegar a torear. Me he reflejado siempre en toreros de corte clásico, por su pureza y elegancia. Me considero un torero expresivo, en un punto medio entre el artista y el de clase.

-Después de Ambato, ¿cuáles son tus planes en el futuro cercano?

La verdad no soy de planes a futuro, he aprendido a vivir el momento y concentrarme en lo que viene, lo demás que se verá.

-Tu torero predilecto del pasado, ¿porqué? y tu torero predilecto del presente, ¿porqué?

Mi torero predilecto del pasado es José Miguel Arroyo "Joselito" por la naturalidad con la que toreaba, tiene el dominio único de desmayar las muñecas enganchando sutilmente a los toros durmiéndose en cada pase. Mi torero predilecto del presente es el maestro Enrique Ponce. Desde mis inicios me he reflejado en él, creo que es un torero que lo tiene todo, clase, poder, carisma, técnica y entrega.

José Antonio espera que el triunfo sea una constante en su carrera