En sus ojos la ilusión por llegar a ver sus sueños cumplidos

-¿Cómo se te ocurre ser torera en un mundo tan difícil y complicado?

Digamos que desde muy niña ya tenía claro que quería que el mundo del toro formara parte de mi vida. Lo que sí es verdad es que cuando era una niña de once años no era consciente de lo difícil y complicado que era este mundillo y de todas las trabas que me iba a encontrar... (Era una inconsciente pero con ilusiones). Ahora hoy en día sé que esto es una lucha diaria y muy dura en general, pero aun así soy la más feliz del mundo porque lo que me ha dado el toreo no me lo ha dado nada ni nadie. Y aunque este mundo sea complicado no quiere decir que no sea posible.

-Cuéntame, por favor, la primera vez que te vestiste de luces y, ante todo, los acontecimientos que viviste en dicha jornada.

La primera vez que me vestí de luces fue cuando tenía quince años y fue en Montefrío, un pueblo de Granada. Fue un día muy bonito y especial desde que me desperté y del cual nunca me olvidaré. Aquí por primera vez empecé a sentirme torero y eso es lo más grande del mundo. Nunca olvidaré ese traje de luces, un verde botella y oro que me dio la oportunidad de sentirme grande aunque solo fuera por unas horas. La tarde salió muy bien cortando las dos orejas y el rabo. Aquí empezaba mi sueño... un sueño mucho más grande que yo.

-¿Has tenido alguna cornada?

Tengo una cornada en el muslo izquierdo y por supuesto muchos golpes, pero es algo normal que nos pasa a quienes nos ponemos delante de un toro. Yo soy consciente de que la cornada está ahí y que en cualquier momento puede llegar. Estamos mentalizados y lo vivimos de otra manera.

Cristina tentando en el campo

-¿Cuánto tiempo llevas en el mundo del toro y cuántas novilladas has toreado?

Llevo prácticamente toda mi vida en el mundo del toro desde que tenía uso de razón. Desde chica ya sabía lo que quería aunque tuviera muy corta edad. Toreé mi primera becerra con doce años y ya lo único que quería era torear y torear. Exactamente no sé las novilladas que he toreado pero creo que han sido cerca de los cien festejos.

-De todas las plazas que has pisado, ¿cuál de ellas te ha impresionado más, por la razón que fuere?

Muchas son las plazas que guardo cierto cariño. Cada plaza tiene su encanto. Pero hay dos que me hicieron temblar de emoción. Una fue la plaza de toros de Jaén y otra la de Roquetas de Mar. En estas plazas de toros hasta la música suena diferente... te hacen sentir importante aunque no lo seas... es muy bonito; es para vivirlo.

-Desgraciadamente, Cristina, el mundo de los toros es un mundo donde todavía impera el machismo más exacerbado. ¿Qué armas tienes para luchar contra ello?

Siendo sincera por ahora no he tenido ese problema del machismo que tú decías. Sé que más adelante puede llegar y estoy mentalizada pero no lo veo justo porque yo me juego la vida como cualquier otro hombre y merezco tener mi sitio y que se me respete. Porque al toro le da igual que lo toree un hombre o una mujer... él no juzga. Además lo importante es hacerle las cosas bien al toro y sobre todo gustarle a la gente y hacerles sentir cada pase porque es el público el que te puede hacer grande, el que te puede subir a lo más alto.

-Me contaron que hasta has debutado con picadores. ¿Dónde fue el acontecimiento y qué resultado obtuviste?

Mi debut con picadores fue en la plaza de toros de Benalmádena en Málaga. Fue una novillada de Hermanos Segura en donde corté dos orejas y abrí la grande. Fue un día muy emotivo.

Cristina y su director artístico: Gregorio Tébar 'El Inclusero'

-Pude saber que el maestro Gregorio Tébar El Inclusero ejerce como director artístico de tu carrera. No es mala elección. ¿Cómo conociste al maestro?

Lo conocí gracias a su hermano José Tébar. Porque yo toreaba en un festival cerca de Albacete y dio la casualidad que él se encontraba allí y empezamos a hablar y más adelante me presentó al maestro Gregorio Tébar El Inclusero. Y la verdad que he tenido mucha suerte de tenerlo a mi lado dentro de mi equipo. Es un lujo y estoy muy contenta.

-¿Hasta dónde quieres llegar como torero?

Hasta lo más alto... convertirme en matadora de toros y torear en las plazas más importantes del mundo junto a las figuras del toreo. Pero sobretodo que la gente me respete y valore mi lucha diaria... y por supuesto que disfruten con mi toreo y hacerles sentir escalofríos con cada uno de mis pases. Esa es mi meta...

-¿De dónde sacas esa fuerza desmedida que te acompaña?

Esa fuerza la saco de todos lados e incluso de donde no hay puesto que, en el toreo la vida te puede cambiar de un día para otro y yo lucho con esa mentalidad. Además el toro se merece lo mejor de mí y no me importa darlo todo por él. No me importa todo lo que  he perdido, como tampoco me importó irme de mi casa en busca de mi sueño en Sevilla, ni los malos momentos ni todo lo que he tenido que pasar porque con el solo hecho de pegar un pase a un toro ya todo vale la pena. Soy feliz y eso es lo que realmente cuenta

-Cuando interpretas el toreo, ¿intentas parecerte a alguien o en realidad eres tú misma?

Cuando toreo siempre intento ser yo misma y así lo hago... pero también es verdad que hay espejos en los que una se fija. Nunca he querido  parecerme a nadie, yo intento interpretar el toreo desde dentro... desde el corazón y hacerlo con el máximo arte posible, hacerlo bonito y con un toque de magia... intentando que el publico mantenga en la retina esa faena el máximo tiempo posible.

Entrenando intensamente para afrontar la temporada

-Imagino que algún ídolo sí tendrás. ¿De quién se trata?

De todos los toreros siempre se aprende algo. Cada uno aporta algo distinto. Mi ídolo y del cual me fijo mucho es Morante de la Puebla, es un torero único...

-¿Eres consciente de que elegiste la profesión más difícil del mundo?

Soy consciente de ello. Difícil es, y mucho, pero eso no quiere decir que sea imposible. Otras profesiones también lo son… Pero las cosas se consiguen con constancia y dedicación. Está claro que nadie te va a regalar nada pero nunca debemos rendirnos por aquello que soñamos... si tenemos la suerte de poder soñar también tenemos el derecho de convertir esos sueños en realidad.

-Es de admirarte, Cristina, por la profesión que elegiste pero, como mujer, ¿no te hubiera resultado más sencillo triunfar en otros  campos?

Posiblemente sí. Pero ha dado la casualidad de que lo que quiero es esto y por ahora quiero intentarlo. También es verdad que a parte de los toros yo tengo mi carrera universitaria y muy orgullosa de ello. Soy diplomada en relaciones laborales pero esto lo tengo en un segundo plano, pero ahí está para lo que pueda pasar.

-¿Qué piensas cada vez que tienes que matar al toro? Quise decirte, ¿ves muy difícil esta suerte?

La suerte de matar es algo muy raro, a la vez muy fácil y a la vez muy difícil. Como bien dice la palabra es una "Suerte”. Pero ésta suerte te puede ayudar a triunfar o hundirte. Te puede dar el triunfo o te lo puede quitar...

En un festival toreando en redondo

-¿No te derrota aquello de que otras muchachas que antes lo intentaron no llegaron a la meta?

Para nada, eso me da más ganas para luchar al máximo.  Porque eso no significa que se acabe el camino.

-Al margen de condiciones artísticas, me han contado que tienes valor para asustar al miedo. ¿Es así?

Todos los que nos ponemos delante de un toro sentimos ese miedo, cada uno a su manera. Hay muchos miedos: miedo al toro, a la responsabilidad, al público... miedo a que las cosas no salgan bien... pero también es verdad que ese miedo se consigue vencer con el valor, con esa valentía que sacamos desde dentro. Además es obligatorio sobreponerse al miedo porque si no lo haces el toro siempre podrá contigo... porque el toro huele ese miedo. Ser valiente no consiste en no sentir miedo... sino en sentirlo y aún así continuar hacia delante...

-No todo es malo, Cristina, tu tocaya Cristina Sánchez alcanzó metas impensables. Y en la actualidad, tenemos a la mexicana Hilda Tenorio que se abre paso a dentelladas, como la propia Maripaz Vega ¿Te sirven estos ejemplos?

Por supuesto que Cristina Sánchez ha sido un espejo a seguir y un ejemplo de que todo es posible, de que la mujer puede alcanzar metas importantes en el toreo. Y si ella lo consiguió hay una esperanza de que vuelva a pasar... como sucede con Maripaz Vega y con Hilda Tenorio a las que tú nombraste.

-¿Te imaginas que mañana te anunciaran en Madrid?

Sería una gran ilusión verme anunciada en Madrid y una gran responsabilidad porque Madrid  te puede dar todo o quitártelo. Pero sueño algún día hacer el paseíllo allí y por soñar sueño con abrir esa mágica puerta grande.
 

Un pase de pecho de la joven novillera