Hace unas fechas pudimos contar, en nuestro tema a debate, con la docta pluma de Antonio Picamills Ruiz que, en calidad de apoderado, nos explicó, en dicho debate, la problemática de su profesión que, por difícil, no menos amada por él, como demuestra cada día. Picamills aceptó nuestra invitación y, ahora, con el deseo de saber mucho más de lo que él sabe, nos complace dialogar con este vasco admirable que, como siempre dije, le sobra capacidad creativa, así como sensibilidad interior.
Picamills es, ante todo, un hombre singular. Era directivo de una empresa de elite y, un buen día, en su calidad de aficionado a los toros, avatares del destino, le llevaron a formar arte y parte del entramado de los hombres que consagran su vida al taurinismo, en su faceta de apoderado. Ciertamente que, Picamills, para emprender semejante aventura le avalaban sus condiciones como directivo de lujo en la que había sido su empresa, por ende, le sobraban, digamos, conocimientos más que válidos para tal menester. De cualquier manera, la peculiaridad del mundo del toro se lo puso difícil.
Luchó con denuedo Picamills en su calidad como apoderado pero, su sagacidad, su ingenio, su sentido creativo, le llevaron a editar aquella su primera agenda taurina, el DIETARO, como él lo bautizara y, han transcurrido diez largos años en que, este evento, ha calado en todo el taurinismo y aficionados. Luego, como segundo logro, Antonio Picamills ha venido editando el libro de los matadores de toros, libro en que, uno por uno, aglutina a todos los matadores en activo de todo el globo terráqueo, con sus datos biográficos más trascendentales.
Conozco hace muchos años a Picamills y, por vez primera, he tenido la oportunidad de conversar con él para deleite de todos los aficionados a los toros y a temas tan apasionantes como son las publicaciones taurinas, en este caso, las obras de Picamills.
Como hemos dicho ha participado ya en nuestra sección “División de Opiniones”. ¿Cree que cumple la misión que nos propusimos; es decir, fomentar el debate y clarificar los criterios que deben utilizarse en la Fiesta?
Por supuesto que sí. Es más, estoy convencido de que, vuestra labor, en todos los sentidos, es altamente positiva para la fiesta y, lo es mucho más cuando, como ha sido mi caso, habéis sabido involucrar a diversos personajes para que hablen de la misma.
¿Qué piensa que le faltó por decir -si es que faltó algo-, sobre todo después de leer los comentarios que han hecho los aficionados?
Creo que expuse mi criterio con la suficiente objetividad, por tanto, me quedé satisfecho y, si como dices, faltó algo por decir, imagino ahora que, afortunadamente, tenemos esta charla que, si algo quedaba en el tintero, todo lo vamos a exponer ante los aficionados.
Como sabe, acompañamos el debate con una encuesta, ¿cree que es mejor que un foro y que mide mejor la opinión de los aficionados?
Es importante vuestra labor, máxime cuando, como se sabe, hacéis partícipes al aficionado y, eso, no se da cita en casi ninguna web; siempre es importante contar con la opinión del aficionado porque, junto a él, tenemos la oportunidad de aprender.
¿Considera, por tanto, que es bueno este tipo de secciones para pulsar lo que los verdaderos aficionados tienen tan pocas ocasiones de poner de manifiesto en un medio con difusión?
Como te decía, me parece importante la participación del aficionado, justamente, en este tema que tanto nos apasiona. Es de justicia que, el aficionado, el que paga, junto a vosotros, pueda manifestarse.
¿Valora como positivas las conclusiones que se sacaron?
Evidentemente. Como antes decíamos, el hecho de que los aficionados sean partícipes, tanto en vuestros debates, como en todas las cuestiones de la fiesta, ello, siempre es gratificante.
Por último, respecto a esta cuestión ¿volvería a colaborar con nosotros en otro debate? Y caso de ser afirmativo, ¿qué tema le gustaría abordar?
Podéis disponer de mi persona las veces que podáis necesitar; soy un hombre plural y, aquello que haya podido enseñarme en mi caminar por el mundo, me satisface entregarlo a los demás.
Y ya en otro orden, Señor Picamills: ¿Qué hace un hombre de su cultura, de su capacidad, de sus recursos en muchos órdenes de la vida, adentrado en el mundillo de los toros, algo que, por lógica, debería estar reñido con hombres de su talla?
Primero de todo, en el mundo del toro ha habido y va haber gentes de cultura, entre otras cosas porque, el toro y su mundo es cultura. En segundo lugar yo no soy un hombre culto, al menos como tú lo haces ver. Piensa que al “trivial” no gano nunca, sobre todo cuando las preguntas de cine son difíciles y en tercer lugar lo que hago en el mundo del toro es vivir una pasión, disfrutar de lo que más me gusta y, espero que algún día se pueda decir que algo, un poquito, aporte a la fiesta. De momento aporto mi tiempo y mi dedicación, hago lo que me gusta y encima cobro por ello.
Con sinceridad, ¿cómo se le ocurrió a usted apoderar a toreros?
Es una larga historia, pero resumiendo te diré que por un afán de rebeldía ya que, quien no recuerda cuando un amigo te decía no te cases y te casas, pues a mí me paso algo parecido. Yo era muy amigo de Victor Mendes y cuando un día le plantee la posibilidad de apoderar a un torero me dijo, ni se te ocurra, te va a pasar esto y esto y claro yo hice justo todo lo contrario y me líe la manta a la cabeza y comencé apoderando al torero en quien yo mas he creído y que me entusiasmó desde el primer día que lo vi. Se llama Luis de Pauloba.
Comprendo todo lo que me dice pero, luego, algunos de los que apoderaba, hasta van diciendo por ahí que ustedes los apoderados se quedan el dinero. ¿Cómo se explica esto, señor Picamills?
Eso de mi no lo ha dicho nadie; primero porque no es verdad y segundo, porque aunque aquí la mentira y la critica está a la orden del día. Jamás nadie puede decir eso porque tanto en mi vida particular, como en mi vida profesional si con algo he sido escrupuloso ha sido precisamente con el dinero. Ahí están para preguntárselo a Luis de Pauloba, Juan José Padilla, El Califa, Alberto de la Peña, Ricardo Ortiz, Juan José Girón, Rafael Cañada, Antonio de Mata, Carlos Gallego, Jorge de Almeida, y tantos otros que cualquiera de ellos testificaría que Picamills podrá confundir una vaca con un toro, una plaza de primera con una de talanqueras pero con el dinero jamás. Es más, el día que para vivir tuviera que llegar a un detalle de ese tipo, abandonaría esta vida de trotamundos porque como tu bien has dicho al comenzar la entrevista no necesito apoderar a nadie para vivir, creo que esta pregunta la haces mas por meter los dedos en la boca que porque tenga ningún viso de haber sido oído esto jamás; y cuando digo jamás es jamás; con una particularidad y es que debido a que la administración de los toreros que he dirigido y dirijo, los dineros son cortos, las liquidaciones siempre se hacen día a día. Además, ¿qué haces tú siendo amigo mío si esto fuera cierto? De otros apoderados no te puedo contestar, aquí se dicen muchas cosas que no siempre son ciertas y en estos casos habría que escuchar a las dos partes. Yo dudo mucho de que esto ocurra.
¿Piensa usted que, algún día, alguno de los toreros que usted ayuda pueda llegar a figura y solventarle todos sus “males”. Yo no pensaría de ese modo puesto que, como muchas veces hemos visto, demasiadas, diría yo, cuando triunfan buscan un cobijo más cómodo.
Mira si no pensara en que esto puede ser posible y que va a ser posible no valdría la pena seguir, cuando yo cogí la primera vez a Luis de Pauloba había toreado en 1989, 5 novilladas que era todo su bagaje. En el año 90, ayudado por un grupo de amigos lo lleve a 58 novilladas. En el 91 a pesar de su trágica cogida lo puse en 26 y al final de este año, una traición, hizo que el torero se marchara. Juan José Padilla lo dejaron en el año 1994 con la alternativa y se acabó. Vino a mí y lo lleve a 11 corridas; el siguiente a otras tantas y el venidero, a veintitantas y, entonces pensó que era su momento y se fue a lo que él creía que era una casa grande. ¿Sabes que pasó? que toreo 5 y de ellas yo le había dado las dos primeras; cuando en aquel año se dio cuenta del error que había cometido volvió a llamarme era Agosto y yo llevaba a El Califa; tuve un disgusto grande con mi familia y tu lo recordarás, pero a pesar de lo que había hecho volví a cogerlo, el porqué, pues por afecto, por cariño y porque yo también me he equivocado en la vida y seguramente he encontrado una segunda oportunidad, entonces cuando volvió yo me uní a Carlos Zúñiga y juntos lo llevamos los años 98 y 99; lo pusimos en figura, es decir lo llevamos donde tantas veces Padilla y yo habíamos soñado. Luego, vinieron otras personas y, Padilla, al final, creyó que lo mejor era abandonarme y, pese a todo, me alegré por él porque, los hechos han demostrado que yo no estaba equivocado.
Con El Califa es uno de los mejores recuerdos que guardo de mi carrera como apoderado. Yo lo cogí porque me llamó el padre de Espartaco y fue una temporada bonita donde llevamos al torero a casi treinta corridas, siempre, contando con la inestimable ayuda que por detrás prestaba, el que luego sería su apoderado, Enrique Grau. Fue una temporada feliz y se veía al torero con una gran proyección. En la ultima corrida de aquel año, creo que fue en Enguera, el torero mirándome a los ojos me dijo; “Antonio tengo una oferta de Manolo Lozano. Yo estoy muy contento contigo, pero creo que esto es una gran oportunidad”. Y yo le dije que claro que sí, es tu oportunidad y la debes de aprovechar. Me dio un abrazo, me dijo que si un día era figura del toreo, le gustaría que yo estuviera en su equipo y quedamos como dos grandes amigos. Hoy es el día que cada vez que tiene un compromiso de importancia nos hablamos y nunca me falta su invitación para asistir al sitio que sea. Fue conmigo un hombre y creo que yo también con él y triunfará, seguro. Mucho más de cuanto ha logrado que, como se sabe, no es poco.
Usted, amigo Picamills, es de los que piensan que el toro pone a cada cual en su lugar. Pero, dígame una cosa: ¿Qué hubiera sido de Padilla, por citar alguno, si usted no hubiera “mendigado” para que le pusieran con trato de favor?
Es verdad que el toro pone a cada uno en su sitio; pero a unos mas que a otros. Es decir, lo que si hace un toro es quitarte; solo que a unos les quita un único toro y a otros hace falta cincuenta para quitarle. Esa es la gran diferencia del apoderado que te lleve, y Padilla y muchos otros han sido toreros que han toreado corridas de apoderado, hasta que por tener condiciones han sido capaces de dar la vuelta a la tortilla y han pasado a torear corridas del torero; es decir, no es lo mismo torear porque el apoderado llama y llama que torear porque el empresario te reclama.
Usted, Picamills, un día tuvo la feliz idea de crear lo que ahora conocemos todos como el Dietario de Picamills. ¿Cómo nació esa idea?
Probablemente, fruto del aburrimiento. Es que yo, cuando me aburro soy muy peligroso porque me paso el día pensando y pensando y a veces surgen ideas brillantes, por eso no me aburro casi nunca. Yo creí ver una laguna informativa en un sector y para ese sector y probé suerte y por una vez la fortuna se alío conmigo. Lo demás ha sido fruto de un esfuerzo muy grande, de una gran dedicación y de saber aguantar económicamente en los primeros cuatro o cinco años de lanzamiento. De todas formas yo no pasaré a la historia por haber creado el Dietario, sino por venderlo, que es mucho más difícil.
Tras varios años de creatividad, de un trabajo ímprobo en torno a esa materia, señor Picamills, está teniendo usted muchos imitadores. ¿Qué les diría a todos ellos?.
Pues que imitar es de mediocres. Pero que les entiendo y que, en su superación esta mi desafío, pues cuantos más imitadores o asimilados haya, más me parece que es corroborar lo que dije en la pregunta anterior; es decir, que acerté viendo que había una laguna informativa. No obstante, tengo que decir que hay agendas buenas y que cada año, me lo ponen más difícil. Aunque no hacia falta que nadie me acicalara, pues me considero un perfeccionista y tengo una guerra conmigo mismo, para cada año superar al anterior. Pienso que, en todos los órdenes de la vida, que todo lo que no mejora empeora. Pero hablando más en serio, me parece bien que otros hagan lo mismo; y también me parece normal que, un día me mejoraran. Piensa que, aquí empieza a jugar un factor muy importante que es la tecnología, pues la información la tenemos casi todos igual. Luego, son matices que cada autor ha de saber dar a su trabajo y si ellos, quienes sean, que tienen todo el derecho del mundo a hacer lo mismo y consiguen ser lo feliz que yo soy, pues nada mejor.
Ante todo, Antonio, pienso que Dios le dotó a usted de una paciencia infinita para lograr semejante cometido en cuanto a la edición de sus libros, tanto del dietario como el libro de los matadores de toros. ¿Es cierto?
Sí es cierto que, si alguna virtud tengo esa es la paciencia. Pero esto no se hace solo con paciencia hay que dedicarle cada día muchas horas. Ya se han convertido mis libros, ahora mismo, en algo que me absorbe todo mi tiempo y como tengo que dedicarle tiempo al apoderamiento y a otras actividades, te digo que me acuesto todos los días a las cinco de la mañana y eso lo saben bien las personas que desde América me escriben a diario.
¿Cuantos toreros le han agradecido su labor, en todas las vertientes, como apoderado y como “publicista” de todos ellos en sus libros?
Bueno, como apoderado, todos menos uno. Y como el autor del Dietario, casi todos, sobre todos los subalternos excepto esa rara excepción que confirma toda la regla. Y en cuanto al Libro de matadores, muchísimos. Pero guardo un recuerdo especial de tres que, por eso fueron figuras: Joselito, Juan Mora y Emilio Muñoz, sin olvidar a esa excepcional personalidad que Dios les ha dado para ser figurones como Pablo Hermoso de Mendoza, Enrique Ponce y El Juli, ponlos en el orden que quieras. Yo soy de los que está convencido de que el que llega a ser gente importante en el mundo del toro, tiene un ángel que le distingue del resto. Pero que, en la calle, también, su comportamiento es distinto; es decir, se es o no se es, acabo diciéndote que esto es bonito que las figuras te reconozcan, pero me ha llenado siempre más, cuando en cualquier plaza de toros perdida por el mundo, un subalterno cualquiera, te dice Picamills gracias al Dietario me han llamado para torear. Esto me alegra mas, pues está claro que, por salir en el Dietario nadie le va a dar a Ponce una corrida más.
Dicen, amigo, que detrás de cada gran hombre existe una gran mujer y, mucho barrunto que pueda ser su caso. ¿Me equivoco?
No te equivocas más que en una parte. Es verdad que detrás de un gran hombre, hay una gran mujer. Tu error está en que yo no tengo nada de gran hombre. Soy una persona normal y corriente que, trabaja mucho y se apasiona con su trabajo. Y es cierto que, detrás de mí si hay una gran mujer; y varias más, pues estoy rodeado de mujeres y tanto Lourdes, como Ana Belén, como Idoia, como Arancha, como Miryan; son colaboradoras impagadas de todo mi trabajo y hoy por hoy, nada sin ellas seria posible. Para ellas mi agradecimiento.
Usted ha viajado mucho por América. ¿Qué impresiones guarda del mundo taurino en aquellos lares?
Las impresiones son como para escribir un libro y convertirlo en un gran Bet-Seller. Aquello es distinto, es otro mundo; y atrae. Allí uno comprende como Cristóbal Colon y tantos otros no se conformaron con ir una vez, sino que volvieron. Yo soy feliz cada vez que voy a América y cada vez voy más. Yo me considero americanista, taurinamente hablando. Amo a México. Los mexicanos, su historia, sus tradiciones, su mundo del toro, su ambiente, su literatura y todo lo que huele a México me gustan. Ese folklore y tantas cosas. Amo a Venezuela porque me parece una tierra de promisión, porque apodero a un torero de allí que, además es el descendiente de la dinastía más importante que ha dado América, los Girones. Allí, como en México, tengo infinidad de amigos; aficionados, toreros, empresarios, escritores, etc. Amo Ecuador que lo estoy descubriendo ahora porque viven la fiesta como en pocos sitios y, ahí está el ejemplo de tu compañera, María de Toral, que nos narró la feria de forma espléndida. Qué decir de Colombia donde he tenido la suerte de conocer Cali y su Cañaveralejo. Y poco a poco, a través de muchos amigos, grandes periodistas, conocer su historia taurina me apasiona. Amo Perú porque mis primeros viajes a América fueron allí. Y en Perú conservo grandes amigos. Creo que es una país con una futura gran proyección, pues cuenta con materia prima importante: Público, periodistas, toreros, y también empiezan a salir empresarios. Faltaría, únicamente, regular mejor la reglamentación taurina. Pero eso es meterme donde no me llaman y yo quiero mucho a Perú y los peruanos, y creo en que no tardando mucho aumentará el numero de festejos en Usa pues ya se dan bastantes festejos en una zona al sur de San Francisco, donde también hemos estado toreando. No obstante, creo que hoy por hoy, las Américas están en Francia donde sin lugar a dudas existe la reserva espiritual de la Fiesta de los toros. Un respeto a Francia, pues su afición, las empresas, los cosos, la prensa etc., es de lo mejor que ahora mismo hay en el mundo. De Portugal nada puedo decir que sea malo, sólo decir que, es una lástima que no se vuelva a las corridas con muerte, pero que los espectáculos a la portuguesa son lo que gustan y lo hacen muy bien.
¿Qué cualidades debe de reunir un torero para triunfar como figura?
Si yo lo supiese pondría una fabrica de toreros para fabricarlos. No lo sé, creo que son muchas cosas y cada una de ellas muy difícil de darse. Por eso hay tan pocos. Supongo que hay que tener ángel, estar tocado por la varita mágica. Yo tengo muy claro que, las cosas son como son; siempre por algo, es decir, yo no creo en la creación espontánea, hay que reunir una serie de cualidades difíciles de definir ahí esta el caso de El Juli, donde para ser figura del toreo han tenido que unirse cientos de cualidades, desde la edad, la cara, la sonrisa, el valor, el arte, la variedad, la constancia, la aceptación de los medios de comunicación desde un principio, el cuajar toros en los sitios claves, el tirón, qué se yo. Pero estate seguro que detrás del éxito de El Juli hay muchos miles de horas de entrenamientos de dedicación y de sacrificio.
Dicen, señor Picamills, que usted no encaja muy bien las críticas, algo que lamento puesto que, algunos, entre los que me cuento, le hemos echado las flores lógicas a sus obras de papel, algo que nos parece fantástico. Siendo así, ¿en qué discrepa usted?
Esto no es correcto. Yo soy un buen encajador, y soy una persona respetuosa. Yo soy, y perdona que hable en primera persona, de los que pocas veces critico a nadie porque sé que, alguien tiene también derecho a criticarme a mí. Yo acepto la crítica y además, no me queda más remedio. Lo que sí que hago es ver quién es el que critica. Y si lo es alguien que me merece un respeto me la tomo muy en cuenta, para procurar corregir el defecto. Si la crítica la hace un “chichiriflauta” no le doy ninguna importancia y me pregunto porqué la habrá hecho y paso la pagina. Piensa que, en la vida, y en el momento que nos ha tocado vivir, existen unas libertades que, algunos luchamos para conseguirlas, que se malinterpretan y cada cual se cree en derecho de criticar a cada cual, y eso tampoco esta bien.
¿Imagina su inteligencia puesta al servicio de otro colectivo de la sociedad? Y se lo digo convencido puesto que, como otras veces hemos hablado, usted tiene mucha capacidad como para quedarse en los toros vendiendo dietarios a algunos banderilleros que, lamentablemente, tienen un bajo nivel cultural.
Perdona pero eso es una falta de respeto para el colectivo de banderilleros yo creo que, eso, si ha existido, seria en otra época. Hoy, los banderilleros como los picadores, como los toreros, son personas con un nivel cultural equivalente a la sociedad actual, al igual que en otros estamentos de la sociedad; los hay buenos y malos, cultos e incultos; bien educados y maleducados; es decir, exactamente igual. Y, además, al gustarme tanto la fiesta, son todos dignos de admiraciones. Es verdad que me gustaría invertir mi tiempo en otro estamento de la sociedad que, a lo mejor, fuera mas agradecido. Pero es que no tengo ni idea de en cuál yo soy feliz aquí. Y mucho me temo que este torero frustrado que hay dentro de mí, se quedara aquí para bien o para mal de la fiesta durante muchos años. Pero tú sabes de mi afición al deporte y, es verdad que me queda algo en la recámara para hacer, dentro del deporte que sueño con poderlo realizar algún día.
"QUIEN QUE ES, NO ES ROMÁNTICO", dijo Gerardo Diego. En el fondo, ¿es usted el gran romántico de la fiesta?
Sí. Yo soy un romántico de la fiesta, pero no el único. La fiesta tiene y esta llena de muchos románticos; es más, si no fuera por los románticos la fiesta ya no existiría tal y como hoy la conocemos.
Salvo las figuras, que me caben todas en la palma de la mano, ¿cuando comenzarán los toreros a intentar valorarse y luchar por sus lógicos derechos?
Esto es muy difícil. Aquí existe la ley de la oferta y la demanda. Pero dentro de un orden, para hablar con detenimiento de esto, hay que conocer muy bien los entresijos de la Fiesta y, a veces, se dicen tonterías por gentes que solo conocen esto por oír hablar. Mira, en la Fiesta no es oro todo lo que reluce, y por mucho que los toreros traten de reivindicar sus lógicos derechos, que entiendo te refieres a los económicos, lo tendrán difícil ya que, el apoyo que el colectivo recibe de los gobernantes es mínimo o ninguno. Y, como quiera que el público asistente es cada vez menor (por mucho que nos digan que en Madrid y en cuatro ferias más se está incrementando la afluencia de publico) la fiesta, no son solo las cuatro ferias. Y, en el resto, la gente no acude como seria deseable, por lo que, cada vez el dinero es menor. Lo que sería interesante es estudiar las causas que entre todos hemos provocado para que haya menos público y en consecuencia, menos dinero. El dinero, para las figuras, está asegurado, siempre el que va corto es el de quienes no son figuras, pues aquí si que funciona aquella máxima de que el que vale, vale y el que no, al pozo. Piensa que hoy, la carga económica que pesa sobre una corrida de toros, es increíblemente alta; desde seguridad social de veintitrés toreros, médicos, veterinarios, plaza, cuadra de picar transportes etc. Hacen de este espectáculo, algo muy caro. Y si falta la subvención municipal y él público no encuentra un atractivo para asistir, ¿de donde se va a sacar el dinero para poder pagar más dinero? Dicho esto así, parecería como si yo aplaudiera la injusticia que representa el hecho de jugarte la vida ante un toro y que, al torero, no le quede un duro. Nada de eso. Yo estoy por la labor de que al profesional se le valore en su justa medida y, de largo. Pero soy realista y, esto creo que ha sido así siempre y obliga a una sola cosa: a ser figura o casi figura, por cojones y el que no lo sea, vale más que pronto, mejor antes que tarde, vaya pensando en otra cosa es así de duro y así de claro.
Oiga, maestro Picamills: Y si usted dice que le molesta la crítica, ¿cómo admira usted a Navalón?
Lo de maestro será una broma. Yo no te he dicho que me moleste la crítica. Parece que te empeñas en que así sea y no lo conseguirás. Yo proclamo que me encanta Navalón, que colecciono sus crónicas y que me merece todo el respeto del mundo, porque sus crónicas, con las que no siempre estoy de acuerdo, me parecen un canto a la cultura. Su lírica es exquisita y, emplea una prosa que para mí la quisiera. Desde ese punto de vista, me parece un ejemplo a seguir. No estoy de acuerdo cuando hace esas críticas tan exacerbadas contra alguna persona, pero sé que todo lo que dice, seguramente, es verdad y me gusta como lo dice además. Es que representa algo que a mí me entusiasma: Su independencia, el no depender de nadie ni de nada, para poder tener la libertad de decir lo que uno cree que debe de decir y, quien se crea agraviado, hará bien en demandarle para eso esta la justicia. Respecto a él, pienso yo, que es una lastima que pierda el tiempo en los toros menudos. Lo que hubiera sido de Alfonso si se llega a dedicar a escribir de política. Admito todas las opiniones, pero sus escritos me encantan, aunque creo que no siempre tendrá razón con lo que dice y también pienso, que no le sentara igual de bien a quienes ataca a veces; lo hace con periodistas o gentes a quienes yo conozco y aprecio y me da mucha pena pero no esta en mi mano remediarlo.
¿Tiene algo que ver el éxito con la inteligencia, la cultura, los valores importantes del hombre y la mujer?
No tiene nada que ver el éxito tal y como hoy se entiende el éxito con la inteligencia y si no, no tienes mas que enchufar la televisión y ahí tienes el mejor ejemplo del éxito; existen diversos bandarras que no han tenido que crecer culturalmente para saborear el éxito, unido a una saneada economía que este produce. Sí es verdad que, este es el éxito efímero, el éxito circunstancial. Para el otro éxito, el duradero, el del reconocimiento, hacen falta mas cosas y desde luego, entre otras, está la inteligencia y la cultura tanto en hombre como en mujer, yo ahí no haría distingos.
Le asiste a usted la razón en todo lo que me dice pero, como está comprobando, todo el mundo quiere triunfar. ¿Qué les diría usted a los mediocres que viven equivocados pensando que pueden ser figuras?
Vivimos en un momento y en una sociedad, donde es lógico que todo el mundo quiera triunfar, pues a veces nos movemos por ejemplos y el ejemplo que nos dan, no es para menos. Hemos cultivado el pelotazo, la ascensión rápida los negocios ultrarrápidos, la creación de fortunas de la noche a la mañana y, esta es la consecuencia. Yo confieso que estoy de acuerdo en que todo el mundo quiera triunfar, pero no a costa de cualquier cosa. Hay cosas en la vida que, no las compensa el triunfo. En cambio pienso que la superación es una cualidad muy importante en la persona, en contraposición con el conformismo, pues no me gustan los conformistas en nada; no me gusta el que jugando al parchís tira el dado para ver que sale; yo tiro el dado para que salga el número que necesito para ganar la partida.
Usted, maestro Picamills, que confiesa ser feliz, le rogaría nos diera la fórmula de semejante éxito. ¿Le parece?
La formula para ser feliz no la se; y no te la puedo dar. Pero te voy a decir algo: Mira Luis, para ser feliz hay que saber muy claramente quien eres, donde estás, que lugar ocupas en la sociedad y luego trazarte unas metas y luchar por ellas y no pisar jamás al otro que tiene los mismos derechos de buscar su camino igual que tú. Cuando haces esto, si no lo consigues hay que ponerle buena cara a la vida y pensar que estaría de Dios el no conseguirlo. Pero estar en paz con uno mismo por haberlo intentado. Lo que no puede ser es no intentar conseguir tus metas. Y si lo consigues, hay que pensar en cuando estabas en la otra situación y no pavonearse demasiado ya que, creo que hay que ser humilde aunque no se haya triunfado, más si se triunfa “Nací en este barrio, crecí en sus veredas; Un día alce el vuelo soñando triunfar y hoy pobre y vencido, cargado de penas, he vuelto cansado de tanto ambular.”(Libro “Gracias Vieja” sobre la vida de Alfredo Di Stefano).
En los toros, Antonio, la gente suele solidarizarse cuando ocurre una desgracia pero, en la vida cotidiana, menudas puñaladas se asestan unos a otros. ¿Cómo se entiende eso?
Bueno, en esto ocurre igual en casi todos los colectivos. La solidaridad sólo se da en los casos extremos. Quizás si se diera cada día, cada momento, no habría guerras. Es verdad que el colectivo taurino es un colectivo muy solidario con las desgracias ajenas y con las propias y, es cierto que, en la vida cotidiana, las cuchilladas traperas están a la orden del día pero, repito que no más que en vuestro colectivo periodístico o en cualquier otro colectivo; es fruto de la envidia.
Ahora, en los tiempos actuales, la gente se suele rasgar las vestiduras cuando una figura del toreo dice ser homosexual. ¿Que piensa usted al respecto? Y se lo pregunto puesto que, en este sentido, me temo que no hemos avanzado nada. Recuerde que, Oscar Wilde, por su condición de maricón, le “valoraron” más su pecado que su inteligencia.
Joder que preguntas haces. Vamos a ver: yo no conozco mas que un caso de un torero que todos sepamos que es homosexual; y no lo ha manifestado ni tiene necesidad ni obligación de hacerlo y esta retirado desde hace mas de 25 años. Hoy en día yo no sé si habrá alguno con esas tendencias, pero si lo hay, me parece muy bien y me parece mejor que lo guarde para sus íntimos ya que, si sé da tanta publicidad, le puede ocurrir como a Oscar Wilde. No obstante, ya en ese aspecto, los tiempos han cambiado y no debe de ser tan malo cuando parece que cada día hay más. Creo que debemos ser más respetuosos con las inclinaciones sexuales, con las creencias y con todo aquello que tenga que ver con la intimidad de la persona, hembra o varón.
Señor Picamills: suya es la palabra.
Pues es que después de tanta pregunta, ya poco me queda que decir. Como no sea decirte que el papel soporta todo (en este caso internet) y que es fácil expresar contestaciones a las preguntas que tú, u otros periodistas hacéis. Lo importante es tener un comportamiento en la vida acorde a con lo que uno contesta y te puedo decir que yo lo tengo; y que he procurado contestarte con toda la sinceridad del mundo. Decirte por último que, creía que ibas a ser más puntilloso y creo que tu entrevista ha sido agradable, lo que no sé a quién puede interesar lo que yo haya podido opinar. Muchas gracias.