Con trece años de edad, César José Trossell Manrique “César Valencia”, ha compartido la ilusión infantil y su paso a la adolescencia, saboreando lo taurino, como buen apasionado del toro, ha visto al becerro y al novillo, toreado con un estilo tan propio, que ojalá no sea roto por “mañas” y por alguna mala influencia pierda ese don natural de buen trasteo del capote y la muleta, que trae consigo desde sus siete años, cuando hizo su primera actuación en la finca del Rejoneador Javier Mayoral.
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César, es alumno de la Escuela Taurina de Madrid, España. Ha participado en numerosos tentaderos en diferentes fincas ganaderas españolas. Su debut, vestido de luces, quedará cifrado en su historia personal, en la IV Becerrada Internacional en la Plaza de Toros de Font Vielle, Arles, sur de Francia.
“Cesitar” como cariñosamente le dicen en casa, tiene como su mayor ilusión, el ser matador de toros, sabe lo que tiene por delante de sí y bajo su perfil infantil adolescente, hemos querido saber más de esa pasión toreril que lleva por dentro iniciado la amena conversación con él, preguntándole
-¿Tú ilusión infantil, de adolescente de ahora, no la compaginas con hacerte profesional de carrera a la par de ser torero?
Vaya respuesta la que da “la ilusión de llegar a ser alguien importante y ser reconocido como un torero valiente que se supera a sí mismo cada vez que sale a torear, van de la mano, la cuestión es saberlo hacer para ganarse el respeto y la consideración que en cualquier profesión, se desea”.
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-¿Entonces sientes la necesidad de hacerte torero y no alcanzar otra profesión, a tú edad, la vida apenas comienza y hay muchas alternativas?
Indudablemente que es mucho más peligroso pertenecer al mundo del toro, porque cada tarde arriesgas tu vida, expones y defiendes la vida, sí cuajas una buena faena alcanzas el triunfo, habrá tardes buenas, otras serán algo malas, pero va muy dentro, la pasión, afición y sentimiento torero, y en verdad, es por eso, que la la profesión de torero, es una profesión que te tiene que gustar de verdad.
-¿O sea, serás torero de por vida?
Claro que sí, quiero ser torero para toda la vida, no tengo la menor duda que lo lograré, nos responde muy decidido Cesitar. Sí, porque me gusta, lo llevo en la sangre, nací y me estoy criando en este ambiente del toro, pertenezco y quiero continuar la Dinastía de mi familia, la Dinastía Valencia, la ilusión y la vida va por delante, lo lograré.
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-Sobran los comentarios, “Cesitar” como le dicen sus padres, César José Trossell Manrique “César Valencia” ha compartido su infancia y su ingreso a la adolescencia, con esa ilusión de hacerte torero, de hacerse grande y ahí va, labrando camino, quitará piedras y obstáculos, conocerá las triquiñuelas del mundo del toro, superará los escollos y de lógica, sentirá la gloria del triunfo. El apoyo familiar ha sido baluarte en su ilusión, la de hacerse profesional del toro para “ser torero para toda la vida”.
La suerte está echada y va con él, a sus espaldas, le veremos, a la vuelta de la esquina, hecho todo un torero, miembro de la generación de relevo de la cantera taurina venezolana.