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Somos testigos de la historia; en este caso, de los devenires de la tauromaquia desde todos los confines del mundo. Son ya once meses de vida; apenas un año y, nuestros logros, los que han querido ustedes, ahí han quedado para la posteridad. El esfuerzo ha sido casi sobrehumano pero, ha valido la pena. Creíamos, cuando nacía nuestro portal que, nuestra tarea, sería más liviana y, nos equivocamos. Todo nos ha superado pero, con fortuna para nosotros, hemos sabido “lidiar” en todas las suertes. Pensábamos, al nacer, que torearíamos un “jandilla” y, lo que salió por chiqueros, si se me permite la expresión, era toda pura casta; a veces casi ilidiable, pero que, en honor a la verdad, nos hizo crecernos ante las adversidades. Y aquí estamos. Y nos hace sentirnos diferentes, justamente, nuestra manera de actuar en que, sin lugar a dudas, somos arte y parte para el aficionado; sencillamente, para ellos trabajamos y, ahí están las pruebas. Quizás que, de mirar hacia el gentío o masa enfervorizada que entroniza a sus ídolos de barro, seguramente, nuestros logros hubieran sido mayores, no lo dudamos; pero nunca tan reconfortantes como los que hemos obtenido. Hemos abordado la actualidad taurina desde todos los frentes y, como se ha comprobado, bajo prismas distintos; pero siempre, bajo el denominador común de la honradez y la altura de miras hacia los ojos del lector. Lógicamente, no hemos ido bajo las corrientes triunfalistas que empujan a otros medios; nuestra diferencia -y ustedes lo han confesado- ha sido, dentro del más puro estilo periodístico, abordar, analizar situaciones y hechos que, tantos callaban. Ahí está, como ejemplo, nuestro homenaje a Joaquín Vidal, algo impensable para los taurinos y sus acólitos; como para la masa inclemente que solo busca el aplauso fácil. Nuestro medio, desposeído de triunfalismos y plagado de rigor, nos ha hecho llegar hasta el lugar que ahora ocupamos. Humildemente, este ha sido nuestro acierto. Nuestra pluralidad es la que nos ha llevado al lugar que ahora ocupamos. A diario, en tantos medios, venimos observando que sólo tienen cabida los triunfadores; nosotros, en nuestra casa, hemos albergado a todo el mundo y, nuestros documentos escritos, así lo atestiguan. Para nosotros, por ejemplo, habló Rincón, Morante de la Puebla o El Cid; pero, del mismo modo, le hemos cedido la tribuna, dándoles cobijo, a Luis Bolívar, Mari Paz Vega, o ahora a Domingo Valderrama; así, una larga lista de situaciones que, plasmadas una tras otra, nos han dado la confianza y credibilidad ante unos miles de lectores que, sumados, la cifra, produciría escalofrío a casi todas las páginas taurinas del mundo. Ahora, en los últimos días del mes de agosto, hemos sido testigos de la muerte de Alfonso Navalón y, cuando el toreo y el taurinismo, casi todos, han callado esta muerte, nosotros, hemos sido capaces de abordar este tema con toda la naturalidad del mundo, con el más grande rigor y, por supuesto, sin olvidar que, durante cuarenta años, Navalón, resultó ser el periodista más leído de todo el globo terráqueo. ¿Cómo obviar a tan singular personaje? Resulta que, el triunfalismo, en todos los órdenes, puede “servir” para un momento determinado; ahora bien, hacer las cosas pensando en los demás; poniendo el alma en nuestro quehacer, sencillamente, es lo que nos ha llevado, en menos de un año, a ocupar posiciones que, jamás creíamos posibles de alcanzar, al menos, en tan corto espacio de tiempo. Nos motiva pensar, sin jactancias de ningún tipo, que otros medios similares, con varios años en la red, todos, han quedado muy por debajo de nosotros; hecho relevante que, como explicamos, nos motiva para que, cada día, nuestro esfuerzo, sea mayor. Por ejemplo, las cifras y estadísticas, herramientas que, sin agradarnos, tenemos que manejar, nos dicen que, de los millones de páginas que existen bajo la faz de la tierra, nosotros estemos en el Top 100.000, es decir, entre los cien mil primeros, siendo una página taurina. El dato, lo dice todo. Lo demás, serán ustedes los que, como hasta ahora, tendrán la última palabra. Por nuestra parte, y a punto de cumplir un año de vida, sólo nos queda mostrarles nuestra más sincera gratitud.
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