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Entramos en agosto y quien más y quien menos se dispone a disfrutar de las fiestas de su pueblo o ciudad. Ningún mes como este para eso de las fiestas.
Naturalmente en el suelo patrio las fiestas de los pueblos no se entienden si no se celebran festejos taurinos. Es por eso que agosto es el mes donde se celebran más festejos y los toreros han de circular de un sitio a otro llenando las carreteras de coches de cuadrillas.
Es cierto que antes, hace unas décadas, se prodigaban más las corridas y novilladas, llegando a darse el caso de que algunos matadores torearon los treinta y un días del mes y en alguno de ellos por partida doble. Eran otros tiempos.
Otros tiempos para la Fiesta, protagonista principal de las fiestas de todas las localidades. Son muchas las poblaciones que se han desprendido de esos festejos y lo que abunda ahora son conciertos con los grupos o cantantes de moda. Para eso sí hay dinero en los ayuntamientos, como si eso fuera más cultura que los toros, cuando muchos no llegan ni a pachangas musicales.
Aún así todavía quedan vivas ferias que llevarnos a nuestra afición. Incluso con ferias de primer orden entre ellas, como lo es Bilbao. A ese máximo acontecimiento hay que añadirles muchas otras, como San Sebastián, Málaga, Huelva, Pontevedra, Huesca, Cuenca, Ciudad Real, Gijón, Puerto de Santa María, Almería, Linares, Colmenar Viejo… así como otras de menos importancia pero que hacen que agosto huela a toros.
El sur de Francia aumenta y mejora la oferta taurina en este mes, siendo Dax, Beziers y Bayona, las más significativas. Muy importante la aportación francesa a los toros, lo que permite que las posibilidades de los aficionados sean mayores.
Agosto seguirá siendo el mes más taurino y los toreros tendrán la oportunidad de vestirse de luces con más frecuencia. Solo nos queda decir que Dios reparta suerte.
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