|
Como medio informativo mundial que somos no podíamos abstraernos de la realidad con la que están viviendo en Cataluña y, de forma muy concreta en la ciudad Condal. Nuestra solidaridad con Barcelona, como se sabe, es una constante al respecto de todo cuanto puedan vivir, gozar o penar en la ciudad que, otrora, se dieron más toros que en ninguna plaza del mundo. Los aficionados catalanes se sienten gozosos de que el Tribunal Constitucional les haya dado la razón al pronunciarse a favor de los toros en Barcelona, es decir, para anular la maldita prohibición a la que fueron sometidos dichos aficionados al eliminar la fiesta de los toros en tan emblemática ciudad, regida por unos políticos absurdos que, como se demostró, no saben de toros y, lo que es peor, de seres humanos y del respeto que estos merecen. Días pasados, concretamente el 20 de noviembre, se reunió en Barcelona el TOREO en su más pura acepción. Allí estaban, bajo el auspicio de Paco March, creador de la FETC, lo más representativo de la torería catalana para festejar la decisión del Tribunal Constitucional, en principio, una alegría desbordante la que tendrán que digerir de forma moderada puesto que, los políticos catalanes, como sabemos, les seguirán poniendo trabas para que los toros sean una realidad en la ciudad Condal. Y hablamos de trabas porque como sabemos, para la organización del acto citado, tan emblemático y aleccionador, les costó un mundo encontrar un local apropiado para el evento; un lugar que abarrotaron por completo hasta el punto de quedarse cientos de personas en la calle por no tener más aforo el citado local. Como decimos, un acto emocionante al que nos sumamos todos aquello que amamos la fiesta, por ende, solidarios con Paco March al que acompañaron Carlos Núñez, Serafín Marín, Victorino Martín, Adolfo Martín, Diego Urdiales, Alberto Aguilar, Álvaro Martínez Conradi, Sebastián Ritter, Rafael González, Jorge Isiegas, Bernard Marsella, Marc Serrano, Lucio Sandín, Miguel Cid, Salvador Boix, Joaquín Luna, David Casas, Miguel Ángel Moncholí, Germán Estela, Ángel González Abad, Javier Valero, el doctor Sierra, Víctor González Pin y otros muchos que, juntos, reivindicaron su sagrado derecho para que se den toros en Barcelona, una prohibición que se llevó a cabo a traición en su día y que, como decimos, El Tribunal Constitucional le ha dado la razón a los amantes de la fiesta. Una pena que a tan celebrada reunión faltara Pedro Balañá, el propietario de la plaza que, como sabemos, es el que tiene la última palabra para que se den toros; es decir, el que tiene que afrontar el reto por la conquista para que los toros sean de nuevo una realidad en Barcelona, la que nunca debería de haber dejado de serlo. Por supuesto que, las autoridades catalanas se inventarán trabas para que no se puedan celebrar toros en Cataluña, pero teniendo el consenso popular y, lo que es mejor, el veredicto favorable del Tribunal Constitucional, un gran paso si se ha dado. Pedro Balañá tiene que implicarse mucho más; digamos que al completo puesto que si él no se implica, por mucho que se haga, nunca será una realidad los toros en Barcelona.
|
|