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Hay quien puede pensar que es bueno tener la mayor cantidad de seguidores, de páginas vistas, de publicidad, de…
Nosotros no. Nunca fue ese nuestro objetivo.
Sabemos lo que queremos y de siempre, en el mundo taurino, hubo toreros que no quisieron ser los líderes del escalafón por festejos toreados, ni contar con más seguidores que nadie, su meta era otra y así se conformaban con torear como máximo 30 corridas al año y procuraban dejar sello en cada una de sus actuaciones.
Incluso hoy hay quien solo quiere, y podría lo que quisiera, tres tardes. Todos sabemos a quien nos referimos. Entre lo que hacía Curro Romero y lo que hace José Tomás está nuestro ideal. Y así lo hacemos, nuestras pretensiones son esas: Seguidores fieles para con nuestros contenidos muy diferentes al resto. En eso está la clave y nuestras aspiraciones.
Somos los dueños de nuestro destino y nadie nos dice lo que tenemos que hacer. No cabe mejor trayectoria, eso es lo más sagrado e importante. La quisieran muchos… pero para eso hay que tener y darse otros planteamientos y otras circunstancias. Quien persigue unas cosas no puede tener otras, como tampoco pueden ser libres si los objetivos dependen de condiciones y/o de terceros.
Además si lograr tener reconocimiento y prestigio ya es lo máximo. No queríamos más y no esperábamos menos.
Ahora en 2015 apostaremos, aún más, por la calidad en detrimento de la cantidad. Despejaremos el horizonte para que sea más nítida nuestra línea editorial y nuestro proyecto quede a la luz.
Seguiremos defendiendo al toro, bravo e íntegro, como el eje sobre el que gira nuestra querida Fiesta. Y si el toro es el cimiento donde se asienta esta Fiesta Brava, el toreo es el fin último de la misma. Pero para eso ha de ser auténtico, sin atajos ni ventajas, respetando el toro en plenitud y no domesticándole.
Con esos objetivos bien visibles, nos comprometemos con la defensa de los aficionados, esos que cada día abonan con su dinero la posibilidad de que esta Fiesta secular tenga continuidad. Y decimos esos que cada día… porque los espectadores de paso ni nos interesan ni son nuestra preocupación. No queremos que llenen las plazas, esos son intereses de otros, queremos que conviertan su afición en pasión para defender lo que nos fue legado por nuestros mayores: La Fiesta más bella y auténtica del mundo. En eso estábamos y en eso seguiremos, si cabe, de forma más clara.
Y para esa tarea ya tenemos lo que queremos y necesitamos: Los mejores aficionados del mundo son seguidores de OyT.
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